«el tiempo lo destruye todo» Gaspar noe, irreversible
Netflix se ha posicionado como una de las productoras más importantes para el mundo cinematográfico y también televisivo, no sólo porque permite producir películas de gran calidad que aunque no llegarán a salas de forma comercial, permite que los cineastas dejen a un lado a las grandes productoras que sólo por producir en masa, demeritan el trabajo actoral y la importancia en el guion. Tal es el caso de las últimas dos cintas lanzadas en los últimos meses, The Irishman (13 de noviembre 2019) y Marriage story (6 de diciembre 2019), que están nominadas a los Golden Globes, premios que llevan a cabo el 5 de Enero del 2020 y que son la antesala de los premios más importantes en la industria hollywoodense, los premios de la academia «The Oscars«, que se llevarán a cabo el 9 de Febrero del 2020. Con estas dos películas, Netflix consigue ser el estudio que se posiciona como el más relevante, gracias a sus 17 nominaciones.
La película que tiene seis de estas nominaciones es, «Marriage story», film dirigido por Noah Baumbach y protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver. Esta cinta narra la historia del divorcio entre Charlie, un famoso director de teatro y su esposa Nicole, actriz de televisión y teatro, Nicole protagoniza las puestas en escena de Charlie, razón por la que se siente de alguna manera, totalmente consumida por él, luego de diez años de matrimonio, la pareja decide separarse, de forma sencilla, sin abogados, tratando de terminar la relación de la forma más cordial posible, sin embargo, esto cambia en el momento que Nicole llega a Los Angeles, lugar en el que nació, en el que reside su madre y hermana, donde inició su carrera como actriz y donde nació el hijo que tiene con Charlie.
La historia se centra en la pareja y en cómo sobrellevar el divorcio con un hijo de por medio, tratando de mantenerse a flote tanto personal como profesionalmente y sobretodo, tratar de no dejar a un lado en ningún momento a su pequeño hijo. La película tiene escenas donde Scarlett Johansson y Adam Driver ponen a prueba su capacidad actoral y la convierten en algo desgarrador (la escena de la discusión) o en donde Johansson proporciona una actuación contenida que es sutil, pero impactante, esto dota de cotidianidad y verosimilitud a la cinta, logra reflejar el duelo que conlleva perder a la persona amada y a su vez, la pérdida de la familia ideal. Baumbach, logra que esta historia fluya de forma sencilla, ya que dota a los personajes de detalles habituales del problema; es a través de los personajes secundarios, que se sabe que esto no sólo le sucede a ellos y es más común de lo que parece, retomando la idea de que nada es eterno y el amor no es como una lámpara inagotable de aceite, diría Jaime Sabines, sino que en vez de eso, se convierte en un camino tortuoso y desgastante, porque el amor no es lo único que se necesita para sobrellevar a un matrimonio.
Es así, como la idea de que el tiempo lo destruye todo, este film logra retratar el proceso de duelo y transformación de los personajes, en donde un divorcio puede ser tan violento como una pelea callejera, al inicio aún se tiene la esperanza de que las cosas vuelvan a ser como al principio, donde todo parecía estar bien, pero al final, lo único que queda es el recuerdo de ese amor que un día fue y ya no es, al menos no de la misma manera.