Por: Karina Vera
En los últimos días, el caso del asesinato de Fátima ha cimbrado los cimientos de este país. O lo que queda de él.Una niña de siete años que desaparece frente a la escuela y parece que nadie hace nada. Surgen muchas preguntas, entre ellas ¿por qué la escuela no hizo nada?
Hasta hace un par de años, las escuelas de México no tenían un protocolo de actuación en caso de que un menor estuviera en riesgo. Sin embargo, la situación del país hizo que en escuelas federales como estatales, se implementara un protocolo de qué es lo que se debe hacer en caso de tener a un menor en riesgo. Eso incluye violencia física y verbal, un menor que sufre de abandono o simplemente en caso de que el alumno se quede en la escuela por más tiempo.
Cada escuela es responsable de sus alumnos, en este caso el director y el maestro de grupo tienen la obligación de estar al pendiente de que cada uno de los niños llegue a las manos de sus padres y/o tutores. Según el protocolo de las escuelas primarias que pertenecen a la federación, las escuelas deben de tener los datos de los todos los padres de familia, por cualquier emergencia; en caso de que no recojan al niño a la hora de la salida ––sobretodo en primero y segundo de primaria (este último grado en el que iba Fátima)–– es necesario que resguardar al menor dentro de las instalaciones de la escuela, llamar al padre o tutor y en caso de no obtener respuesta, llamar al DIF, ya que serán ellos quienes se hagan responsables del menor hasta que aparezcan sus padres y tendrán la sanción correspondiente.
Siempre es importante que el director/a de la escuela esté enterado de lo que sucede con los menores. Y aunque el deber de los profesores se termina justo cuando suena el timbre de salida, es necesario tener el cuidado adecuado, sobretodo porque hasta el momento en que los niños se encuentran con sus padres, las escuelas tienen responsabilidad al menos de saber su paradero. O en todo caso, saber quién es la persona que llegó por ellos. Los adultos tienen que velar por su bienestar. Es importante recalcar la responsabilidad de los padres al acudir puntualmente por sus hijos, sobretodo por los más pequeños.