Por Arantxa Ramírez.
El día de hoy festejamos el cumpleaños número 91 de Milan Kundera y las obras literarias que nos ha regalado. El escritor nació un día como hoy en 1929, en la actual República Checa, posteriormente fue nacionalizado francés. En el 48 se unió al partido comunista y dos años después fue expulsado por tener una conducta “individualista”. En el 53 se publicó su primer escrito El hombre, amplio jardín para después inclinarse por la narrativa. En el 67 se unió al congreso que busca eliminar la presión ideológica y remover la censura en Checoslovaquia, comenta que lo que buscaban, era crear un comunismo humanizado; presenta un discurso donde dice que evitaba hablar de política, más bien buscaba defender la cultura, un tema peligroso para el momento de revolución que se vivía. Para el 68, tras la primavera de Praga, Kundera perdió su puesto como profesor en el Instituto cinematográfico de Praga, debido a la invasión Rusa y por este evento fue exiliado en Francia. Aunque sus libros habían sido censurados, Kundera no paró de escribir. Tomó los temas de su vida para plasmarlos en novelas, como en La vida está en otra parte (1973) y La despedida (1976), publicadas en Francia.
En una entrevista con el diario alemán Die Zeit, Kundera aclaró que no le desagradaba su destino y dijo: “El sueño del retorno no existe” y habló del lugar que lo vio crecer: “Me lleve a mi Praga, conmigo: el olor, el sabor, el idioma, el paisaje, la cultura.”
En el 79 publicó El libro de la risa y El olvido, que le costó la ciudadanía checoslovaca; esta fue retirada ya que no había más que hacer respecto al escritor después del exilio. En su literatura podemos ver reflexiones propias, crítica, sátira e ironía y, en muchas ocasiones, hace alusión a lo vivido.
Fue en el 84 cuando publicó La insoportable levedad del ser, una novela que se desarrolla en Praga, durante 1968, y relata la vida artística e intelectual junto a la situación social que se atravesaba. La historia se centra en Tomás y Teresa, junto a la relación que llevan como pareja; ella separando el alma del cuerpo, él, separando el amor y el sexo, cosa que lleva a cabo en su vida teniendo otras parejas, entre ellas su amante Sabina, artista y activista que a su vez lleva una vida libre y con diferentes amantes. Todos ellos con ideales y vidas diferentes, las cuales se van revelando a lo largo de la novela. Sabina representa la ligereza en la obra, ya que no considera importante el nacionalismo o la domesticidad y se niega a seguir las reglas sociales.
«Desde tierna juventud, el padre y el maestro nos dicen que la traición es la ofensa más atroz imaginable. Pero, ¿qué es traición? … La traición significa romper filas y separarse en lo desconocido. Sabina no conocía nada más maravilloso que partir hacia lo desconocido.» La insoportable levedad del ser (1984).
La literatura de Kundera invita a la reflexión, pues trata con temas que fácilmente podemos transportar a nuestra vida. El autor refleja su vida en sus obras de una manera tan discreta que parece una novela ajena a él si no la conocemos.
Cuarenta años después del arrebato de su identidad, el embajador checo en Francia, Petr Drulak, anuncia que le entregaron de regreso la ciudadanía al escritor, en su departamento en París. «Le pedí disculpas de parte de la República Checa por los ataques de los que había sido objeto durante años. Estaba de buen humor, sólo tomó el documento y dijo gracias. Es un hombre muy cálido”, dijo el embajador.