Elecciones 2021: Primera llamada

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Falta todavía más de un año para las elecciones intermedias y más de cinco meses para que inicie el proceso electoral de 2021, el cual será el más grande de unas elecciones intermedias, por lo que se prevé que la participación electoral sea la más alta en este tipo de elecciones; pero por como van las cosas durante esta cuarentena, pareciera que gobierno y oposición creen que es en julio de este año cuando se realizarán los comicios.

Los problemas de protección al personal médico, la manera en que el gobierno ha enfrentado el tema del COVID, el acuerdo con la OPEP ante la caída del petróleo, la insistencia en la rifa del avión presidencial, de la construcción del aeropuerto de Santa Lucía o del Tren Maya, sumado a las encuestas que anuncian la caída en la aprobación del Presidente y las que suman que Morena ha caído peor en aprobación, casi a niveles del PAN y PRI, son factores que han permitido a la oposición atacar al gobierno, un día sí y al otro también, para recuperar algo de la fuerza perdida en 2018.

Por primera vez en lo que va del sexenio, el presidente López Obrador cayó en el canto de sirenas de la oposición, hizo eco de los argumentos para quitarlo, se vio acorralado y en lugar de mantenerse en su discurso, de seguir dando distractores cada que se veía atacado, como fue el saludo a la mamá del Chapo o el anuncio de la que rifa sigue en pie, decidió que era buen momento de pedir que se empatara la revocación de mandato con las elecciones de 2021, cuando para el caso de este sexenio sería hasta marzo de 2022, más porque sabe que existe la posibilidad que Morena y aliados pierdan gran parte de lo ganado hace tres años.

Tengo la certeza que tanto blanquiazules como tricolores, naranjas e incluso amarillos, quienes ya están más preocupados de conservar el registro y esto les vino como una bocanada de aire fresco, celebraron que AMLO expresara eso y así tener otra razón más para atacarlo, y es que eso sólo sería notar que alguien en Morena se preocupó por las encuestas, por los números del presidente y por los números del partido y se dio cuenta que esa mayoría artificial que ahora tienen en la Cámara de Diputados corre peligro el siguiente año.

En 2018, Andrés Manuel ganó las elecciones con más del 50% de los votos, un resultado histórico y que no se veía desde hace tiempo. Sin embargo, Morena, el partido que él creó, no registró más allá del 40% de los votos, llegando a la Cámara de Diputados con 191 representantes y a la Cámara de Senadores con 55. Durante estos cuatro periodos ordinarios, Morena tiene 257 diputadas y diputados, algunos que se sumaron del PT, PES, Verde, PRD y PAN, y con 59 senadoras y senadores, serían 60 pero Lily Téllez anunció su salida en la semana.

Si bien es cierto que han podido sacar adelante varias reformas, crear nuevas leyes y nuevos institutos, recordemos que han batallado para aquellas que requieren mayoría constitucional, incluso sus aliados les han dado la espalda en ese sentido, la más reciente ha sido con la reducción del financiamiento a partidos políticos donde sólo tuvieron el apoyo de las y los legisladores del PES. Por eso la preocupación tanto en Morena como en el gobierno.

Lo que se viene no es fácil, parecería que Morena ganaría sólo unas cuantas curules más que PAN y PRI, si tomamos en cuenta a los tres partidos mayoritarios, pero aquí falta ver lo que pasa con los otros partidos que podrían ir en alianza este año: PT, Verde, MC y PRD. De esos cuatro partidos menores, es un hecho que PT y Verde irían en alianza con Morena, PT porque ha sido el fiel aliado de AMLO desde el 2000 y no se arriesgará a ir solo y perder el registro, como le sucedió en el 2015 y gracias a una reposición de elección en Aguascalientes fue que pudo recuperarlo, y el Verde, porque como lo comenté en una columna anterior, es esa garrapata que ahora vive del que está en el poder, aunque será prudente que Morena vea si corre el riesgo con ellos.

MC está perfilado a competir como la cuarta fuerza electoral, afianzar su posición en Jalisco para mantener los lugares ganados, más la apuesta de ir en solitario para la gubernatura de Nuevo León y, con eso, sumar otras representaciones en ese estado, así como ir en alianza con el PAN en el resto de los estados. Mientras que el PRD su mayor lucha será por mantener el registro, ante lo cual no le quedará más que mantener alianzas en diversos estados con PAN y MC, así como buscar posicionarse como opción en la Ciudad de México, donde el desencanto por algunos alcaldes de Morena es mayor.

El riesgo para el gobierno está también en las curules que pueda ganar el nuevo PES, quien tendrá que ir por su cuenta y tratar de no perder el registro, como en 2018, así como el factor México Libre, el partido de Felipe Calderón, quien aunque deberá contender en solitario, podrá hacerse de unas curules y ser la piedrita en el zapato de la segunda parte del sexenio.

Así que es la fecha para que Morena y AMLO decidan qué hacer con miras a 2021, la oposición ya no dio tregua, los ataques no pararán. La única manera de evitar el anterior escenario sería si López Obrador y el gobierno logran salir bien librados de la pandemia por la que estamos atravesando, lo que podría hacer que Morena aumentara un poco su número de votos, porque también es claro que Morena no se deslindará de AMLO, el proyecto fue construido por él y para él.

A esperar a septiembre para ver cómo se empiezan a mover los números y el escenario electoral y a esperar a julio de 2021 para ver finalmente lo que sucede. Mientras, por favor, por piedad y por lo que más quieras, #QuédateEnCasa.