Parecía que existía una regla no escrita en la política mexicana: los ex presidentes no hablan del presidente actual. Así pasó durante gran parte de la llamada Dictadura Perfecta, los gobiernos panistas y el gobierno de EPN, sin embargo, con el gobierno actual se vino a romper esta regla.
Gran parte de la responsabilidad de esto deriva del propio presidente quien, en su campaña y durante varias mañaneras, ha hecho mención a varios de ellos, principalmente a Felipe Calderón a quien le atribuye gran parte de los problemas del México actual.
Como quien no quiere la cosa, Felipe Calderón ha aprovechado que los reflectores están de nuevo sobre él para regresar al panorama político, pero con el plus que, al salir del PAN, creó su propio partido político con el nombre de México Libre y busca consolidarlo en 2021.
Para esto ha aprovechado la crisis que actualmente existe y vendrá por el COVID-19. Si bien todo lo que va del sexenio, Calderón ha aprovechado para atacar las políticas públicas del gobierno federal, es durante esta etapa que las críticas y los golpes han sido más intensos.
Hace unos días parecía que esto iba a concluir cuando aceptó una tregua propuesta por AMLO, tregua aceptada porque Felipe creyó que había un narcotraficante cerca de López Obrador en aquél controversial saludo a la mamá del Chapo. Demostrado que era un médico, Calderón se disculpó y pidió que no se polarizara el tema del COVID, pero parece que esto ya se le olvidó.
Calderón ataca que los hospitales no cuenten con el equipo adecuado, que no se destinen los recursos para que el personal médico y de limpieza que labora en ellos cuente con la protección necesaria.
También atacó las cifras del número de contagios que dio Hugo López-Gatell, derivado del modelo centinela, y dio a entender que podían ser muchos más casos. Casi exigió al gobierno que diera la cifra real de contagios.
Finalmente, puso en su cuenta de Twitter un video de una conferencia del senador José Narro, quien pedía vender cubrebocas, equipo de protección y aparatos que ahora se necesitan acá, cosa que sí tiene razón, pero el oportunismo pudo más que su crítica y pidió que se guardara el tweet para 2021, ¿neta?
¿Por qué no guardamos, para 2021, el dinero que se gastó en una Estela de Luz inservible y que pudo ayudar a comprar material médico que también hacía falta en ese entonces y que sólo fue una pequeña parte de todo el despilfarro que hubo durante la celebración del Bicentenario de la Independencia?
¿Por qué no guardamos, para 2021, que no hay un número real de víctimas de la innecesaria batalla contra el narcotráfico, que él empezó, y que se llega a estimar en más de 100 mil, entre muertos, desaparecidos y desplazados?
¿Por qué no guardamos, para 2021, que todavía están los padres de 49 infantes de la Guardería ABC que siguen pidiendo justicia?
¿Por qué no guardamos, para 2021, que Genaro García Luna fue detenido por nexos con el narco, ese narco que, según, Felipe buscaba combatir?
Sí, este gobierno lo ha hecho mal en muchos aspectos y el COVID puede ser la tumba de la 4T, tema para otra columna, pero no se vale hacer propaganda política en medio de una situación alarmante, donde hasta Ricardo Anaya hizo el llamado para estar unidos en estos momentos.
No se vale que, con tal de afianzar a México Libre, Felipe sea el oportunista.