Los frutos del desierto: Durango y la industria cinematográfica

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Por Fernanda Valdés

¿Qué tienen en común el Cine Hollywoodense, Pancho Villa, los cielos azules profundo y los hermosos atardeceres? ¡Tienen en común a Durango!

Así es, ¿sabías que desde finales del siglo XIX, el desértico paisaje duranguense ha sido terreno fértil para la producción cinematográfica?

Todo comenzó en 1898, solamente tres años después de que la cinematografía viera sus primeras luces en París, de la mano de los hermanos Lumiére, cuando se filmó en nuestro país, la cinta titulada “Un tren llegando a Durango”, a cargo de la productora norteamericana Edison Studios, en la cual se mostraban algunos sucesos de la época, tomas de los circos realizadas con cámaras ambulantes e imágenes de algunos aventureros, que si, efectivamente giraban en torno a la llegada de un tren a Durango.

Territorio que, se convertiría en uno de los favoritos para la industria fílmica, esto, aunado a la relevancia que cobrarían los personajes y sucesos acarreados por la Revolución Mexicana, que colocaría a México, como punto de interés a nivel internacional.

Y esta es la parte en la que el célebre José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Pancho Villa, héroe de la gesta revolucionaria, hace -literalmente- su aparición en escena convirtiéndose en el primer actor duranguense en protagonizar una cinta en Hollywood.

Pues bien, resulta que las historias, hazañas y aventuras de “El Centauro del Norte”, como también se le conoce al General Villa, causaban intriga no solamente en nuestro país, sino en muchas otras latitudes, lo cual, hizo que registrarlas y exhibirlas en las salas de cine, que cobraban cada vez más popularidad, se volviera uno de los intereses de la afamada compañía cinematográfica Mutual Films, una de las más prestigiosas durante el primer florecimiento de Hollywood.

Fue a través de esta que en 1914, el joven director Raoul Walsh (quien más tarde se convertiría en uno de los más afamados de la industria), firmaría un contrato de exclusividad por un monto de 25,000 dólares con Pancho Villa a cambio de registrar las acciones emprendidas en sus batallas, además de adentrarse en la historia de este mítico personaje, quien se comprometió a llevar a cabo sus enfrentamientos, con la finalidad de que las cámaras pudieran registrarlos con la luz necesaria y así, dejar en evidencia su espectacularidad, pero además, el contrato estipulaba que, en caso de que lo anterior no se lograra, las tropas villistas se comprometerían a escenificar acciones de batalla específicamente para su registro ante la cámara.

De este acuerdo, derivaron dos películas, cuya intención era mostrar la realidad de la Revolución Mexicana, por una parte The Battle of Ojinaga en la cual se muestran combates en esta localidad y por otra, The Life of General Villa, enfocada en profundizar en la vida del revolucionario, la cual, además lo convirtió en un personaje de interés fundamental a partir de cuya biografía, se filmaron muchas otras películas entre las que destacan Insurrección en México de 1914, La venganza de Pancho Villa de Félix y Edmundo Padilla de 1930, La sombra de Pancho Villa de 1932 dirigida por Miguel Contreras Torres, y la célebre ¡Vámonos con Pancho Villa! dirigida por Fernando Fuentes en 1935.

Pero además de Pancho Villa, el estado de Durango ha aportado muchos otros protagonistas al cine nacional e internacional, tal es el caso de la legendaria Dolores del Río, quien durante las décadas de 1920 y 1930 se consolidara como la primer actriz mexicana en triunfar en Hollywood además de formar parte del círculo de mayor influencia en la industria quien además, se robó el corazón del emblemático actor y director Orson Welles.

De Durango también son originarios, Andrea Palma, quien protagonizó «La Mujer del Puerto», de Arcady Boytler, en 1933 y Ramón Samaniego, mejor conocido como Ramón Navarro, quien estelarizó la primera versión de «Ben-Hur» en 1925, dirigida por Fred Niblo.

Conocida como “La Tierra del Cine” la entidad es cuna de varias de las familias más celebres en la cinematografía mexicana, como la familia Bracho, consolidada por el actor Julio Bracho en la época de oro de cine mexicano al igual que el escenógrafo Jesús Bracho, o bien, la familia Revueltas, quienes aportaran inolvidables composiciones musicales a la industria con el talento de Silvestre, José y Rosario Revueltas.

Pero ya lo decíamos líneas arriba, el paisaje duranguense ha sido también protagonista del  cine de Hollywood, ya que desde la década de los 50 del siglo XX, con la filmación de la película “White Feather”, conocida en México como “La ley del Bravo”, producida por la 20th Century Fox, Durango se convierte en un sitio predilecto para la filmación de películas Western, tras su puesta en escena a cargo del director de arte Jack Smith, quien elige este lugar como locación para la película citada.

Luego de esta, muchas otras producciones nacionales e internacionales se situaron en Durango, atrayendo a los principales protagonistas y directores de la época como Clark Gable y John Houston, resaltan producciones como «Garras de Ambición/Los implacables» de 1955, con Clark Gable; «Lo que no se perdona/Los que no perdonan» en 1959, «Los 7 magníficos» de 1960 dirigida por John Sturges y con actores como Yul Brynner, Eli Wallach, Steve McQueen, Horst Buchholz, Charles Bronson, Robert Vaughn y James Coburn; en cuanto a producciones nacionales, destacan «La Cucaracha» en 1958, dirigida por Ismael Rodríguez con actuaciones de María Félix, Dolores del Río y Emilio Fernández; «El Túnel» en 1956, con Víctor Manuel Mendoza, Carmen Montejo y Andrés Soler, entre otras.

Durante la década de los 60 y 70, John Wayne, convirtió a Durango en la Meca del cine Western, a través de las películas «Los Hijos de Katie Elders/Los cuatro hijos de Katie Elders» (1965), «Lucha de Gigantes / Ataque al carro blindado» (1966), «Chisum» (1969), «Los Invencibles/Los indestructibles» (1970), «Gigante entre los Hombres» (1970), «El robo del tren/Ladrones de trenes» (1972), y «De su propia sangre» (1973).

Además de las películas de Wayne, entre 1970 y 1980, se filmaron cerca de 7 películas por año en Durango entre las que destacan  «Yo soy la Ley » (1970) de Gerald Wilson, con Burt Lancaster, Lee J. Coob y Robert Dubai; «Billy the Kid» (1974) de Sam Peckinpah, con James Coburn, Kris Kristoffersson, Bob Dylan y Katy Jurado; y «Con el Lazo al Cuello/Camino del sur» (1977) de Jack Nicholson, con Dany Devito y John Belushi.

A pesar de la decadencia fílmica acaecida en la industria fílmica mexicana durante la década de 1980, Durango se mantuvo como punto de interés para importantes películas, como Caveman (cavernícola) 1981, protagonizada por Ringo Starr, «Tras el Corazón Verde» (1983) de Robert Zemeckis, con Michael Douglas, Kathleen Turner, Danny Devito, Manuel Ojeda, Alfonso Aráu y Evita Muñoz; «Gringo Viejo» adaptación de la novela de Carlos Fuentes, dirigida por Luis Puenzo, con Jane Fonda, Gregory Peck y Jimmy Smits; «La Revancha/Revenge» (1988) con Kevin Costner y Anthony Quinn y «La Puerta de la Eternidad/Creadores de sombras» (1988) con Paul Newman, Laura Dern y John Cusack.

Posteriormente, con el surgimiento de “El Nuevo Cine Mexicano” el estado resurge en producciones nacionales como «Vidas errantes» (1984), «Pueblo de Madera» (1987), «Elisa antes del fin del mundo» (1997) o «El Gavilan de la Sierra» (2000).

En los años recientes, Durango ha mantenido su posicionamiento como el sitio ideal para las filmaciones situadas en el lejano oeste, haciendo posible que sigamos contemplando en pantalla grande, los intensos azules y los tonos cobrizos del territorio duranguense en producciones como La Máscara del Zorro, Las Bandidas, e incluso películas infantiles como Dragon Ball de 2008 y Rango, película animada inspirada en el paisaje de esta entidad.

Incluso, el gobernador de la entidad, José Rosas Aispuro, ha mencionado en reiteradas ocasiones el trabajo que hacen, a nivel cultural, para recuperar el esplendor de Hollywood…en Durango.