“Pruebas”, se leía en un cubrebocas. Era una foto que había tuiteado un legislador panista acompañada de un mensaje donde se demandaba que el gobierno federal aplicara pruebas para registrar el número real de casos por COVID que hay en nuestro país.
“Pruebas”, se leía en un post-it que estaba pegado en un cubrebocas. Era foto de otro legislador panista que también demandaba lo mismo: aplicar pruebas masivas para conocer el número de casos que tenemos por esta pandemia del coronavirus. Empecé a entrar a las cuentas de diputadas y diputados, senadoras y senadores de Acción Nacional. Varios salían con fotos parecidas y demandando lo mismo: la aplicación de pruebas.
La razón de esta “protesta” era la comparecencia de Hugo López-Gatell ante la Junta de Coordinación Política del Senado de la República. Pronto varios panistas se sumaron a ese llamado, aunque no pudieran participar en la comparecencia, el querer protestar estaba ahí, el demandar más que el proponer.
Soy un creyente que si vas a proponer algo, debes predicar con el ejemplo. El PAN parece que se olvidó que no son un Partido Verde, que no tiene ya ningún gobernador, o un PT, que sólo gobierna en coalición. No, el PAN tiene 10 estados gobernados, 5 por sí solos y otros 5 en coalición con lo que queda del PRD y con MC.
Estos gobiernos, en ninguno se han aplicado las pruebas con la abundancia que ellos exigen. Cierto es que buscan que sea el gobierno quien pague, al final del día ningún gobernador busca gastar de sus recursos, pero, ¿cómo demandar algo que ellos mismos no hacen?
Está claro que el gobierno falló en su estrategia contra el COVID, que tuvo meses para prepararse y que gran parte de esta fallida estrategia fue por culpa del presidente, quien pasó de decir que saliéramos y nos abrazáramos a decir que hiciéramos caso a Gatell y ahora a su necesidad y necedad de querer reanudar sus actividades. Sus giras por todo el país, iniciando con el banderazo para la construcción del innecesario Tren Maya.
Pero también la oposición falló. Hoy están sin brújula sobre qué hacer. Protestar de la manera en que lo hacen, si lo hacen, definitivamente está lejos de ser la adecuada. Ya dije el caso del PAN, pero MC también protestó por medio de dos senadores: primero, Verónica Delgadillo, quien exige al gobierno federal pero no es capaz de exigirle a Enrique Alfaro que no recorte el presupuesto a la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas; por otro lado, Samuel García, el senador junior quien demanda acciones, aunque fue capaz de realizar su boda en plena contingencia y que busca postularse para ser gobernador de Nuevo León.
Mención aparte merece el PRI, quien no hizo ninguna manifestación twittera sobre este acto y no porque no tuvieran nada qué decir, sino por la pelea que mantienen al interior de su partido, donde su actual dirigente, para no decir líder, parece em(peña)do en repetir prácticas que hoy los tienen en caída libre, buscando expulsar a legisladores de Yucatán por votar a favor de un endeudamiento para el estado, con el fin de reactivar la economía, que obedecer el mandato de votar en contra. Sería bueno preguntarle la razón de realizar eso con los legisladores locales de Yucatán y no hacerlo con los legisladores federales que votan a favor con Morena cuando la orden es ir en contra.
El panorama político opositor postCOVID se ve desalentador.
