Es el turno de Carmen en la plática. Al preguntarle si a Hugo, su hijo de 15 años que tiene microcéfalea y retraso intelectual le interesaba el deporte, sus ojos se hicieron grandes y sonrío al decir: ¡claro! Lo llevaba a natación antes de esta cuarentena extendida y eso le ayudaba en principio a liberar energía. “Hugo terminaba el día muy agotado” concluye.
Para quienes padecen alguna discapacidad, las clases a distancia se han vuelto más díficiles, sin contar con que las terapias físicas, en este momento están detenidas, por lo que los padres han tenido que buscar diversas soluciones en casa para no ver interrumpido su avance motriz.
Carmen continua la narración de cómo la pandemia ha puesto en jaque el proceso de aprendizaje de su hijo. Indica que este momento de no asistir a la escuela es más complicado para Hugo y sus compañeros de grupo, pues considera que las rutinas escolares, el sociabilizar con los iguales, recibir de forma presencial la ayuda de sus maestros, les beneficia y les proporciona mucha seguridad.
Ante la llegada de la pandemia por el coronavirus, las personas con discapacidad han tenido que modificar los métodos habituales de enseñanza y aprendizaje para hacerle frente al confinamiento, de igual manera se mantienen alejados de la práctica del deporte; es el caso de Hugo, que practicar natación le ayuda a movilizar su cuerpo a la vez que le genera felicidad. Hoy, es una actividad que ansía retomar. Su madre, Carmen, argumenta que le ayuda en muchos aspectos, como estar saludable, mejora su capacidad de concentración, se siente estimulado, animado, socializa,pero lo mejor de todo: se siente útil y poderoso.
Dentro de las recomendaciones del sector salud para los padres con hijos que tienen una discapacidad, es que promuevan al interior de la familia el plantearse una meta sencilla pero realizable para que adquieran el hábito del deporte. Esto les ayuda a poner dinamismo a sus rutinas, convirtiendo al ejercicio como una actividad de ocio, de diversión, que a la vez sirve como tratamiento y, en muchos casos también, como terapia de rehabilitación.
Con esto, también tenemos que recurrir a la particularidad de su práctica: no se debe plantear cuál es la mejor o menos efectiva actividad física en niños con discapacidad, ya que puede ocurrir que a tres niños con la misma edad, género y con el mismo diagnóstico se les sugieran actividades diferentes.
También es imperativo que, para incorporarlas deben sercomo parte de su entretenimiento y diversión, no como una imposición, los niños tengan cierta libertad a la hora de escoger sus actividades físicas según sus preferencias, inquietudes y lo que tengan a la mano para que se puedan mover al ritmo que ellos vayan marcando.
En nuestro país, las actividades físicas que pueden realizar los niños con discapacidad son muchas y diferentes, que les permiten desarrollar lo que prefieran, al mismo tiempo que puedan desarrollar su ingenio y creatividad sin obstáculos. Incluso muchos niños con discapacidad llegan a ser atletas profesionales del deporte adaptado y que hoy en tiempos del COVID-19 es tan necesario voltear a esta área que sin duda sería un gran soporte a los niños con discapacidad.
Carmen, es ama de casa, nos describió lo díficil que ha sido para ella, este tiempo desde que inició la cuarentena. Un día llegué con mi hijo a la escuela y de la puerta me dijeron: no hay clases y no sabemos cuando regresaremos. Con este mensaje su preocupación aumentó y es que considera que estos meses no ha habido avance en el aprendizaje de Hugo y el deporte que le complementaba de igual forma está detenido.
Pero a pesar de las dificultades, compartió que junto con susamigas se alientan para ser pacientes ante un proceso tan complicado para ellas. Expresó: “pocos voltean a ver a nuestros niños, tenemos poca empatía hacia la situación que vivimos”. Considera que la estrategia de enseñar por televisión no es la forma que sus hijos deban aprender.
Pero el impacto más fuerte es enterarnos que cerrarían las áreas deportivas, eso sí fue un shock, para nosotros el deporte visibiliza a mi hijo y él se siente un súper héroe.
Las de chile seco
De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en México aproximadamente 572 mil niños cursan educación especial, los cuales son atendidos por alrededor de 64 mil docentes y hoy empiezan un nuevo ciclo escolar. Un gran desafío.