A Cristina le gustaba todo el tiempo publicar sus actividades. Se tomaba selfies incluso en lugares poco comunes junto con sus amigas, su familia o compañeros de la escuela. Junto con su novio, tenía un álbum digital de cada día que pasaban juntos. A ella, le hacía feliz mantener los momentos de alegría en su celular y eventualmente, compartirlos en sus redes sociales.
Su vida era la de una estudiante a punto de graduarse. Con prisa, con emoción y adrenalina porque pronto empezaría su vida laboral y además pensaba seguir preparándose. Sin embargo, una tarde mientras salía de la escuela, una amiga le mandó una fotografía, donde ella era la protagonista, pero en esta ocasión no era con amigas o en otro sitio público. Era una fotografía íntima estrictamente personal. Pero ahora, esa fotografía ya estaba en una red social y al parecer, ya había dado la vuelta en los celulares de los estudiantes de la universidad. Tan solo en unas horas, su sonrisa se apagó al observar cómo seguía su fotografía en tendencia escolar.
Cristina se convirtió en las miles de mujeres que han sufrido de violencia digital que según la ley Olimpia se describe como aquellas acciones en las que se muestren, propaguen o reproduzcan imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona sin su consentimiento, a través de medios digitales y que por sus características atentan contra la honorabilidad, la integridad y la vida íntima de las mujeres causando daño psicológico, económico o sexual tanto en el ámbito privado como en el público, además de daño moral, tanto a ellas como a sus familias.
La historia de Cristina no es aislada, a lo largo de la historia, muchas mujeres han sufrido invasión a su privacidad. Ahora el término es: “tengo el pack de”.
Afortunadamente para muchas de ellas, y por una lucha incesante de Olimpia Melo Cruz, quien su ex novio distribuyó un video íntimo de ella en 2014, exponiéndola a su difusión en páginas de contenido pornográfico y a las burlas de sus conocidos, causándole un daño moral irreversible. Se crea la Ley Olimpia. Los primeros estados en aprobar esta ley fue Yucatán y Puebla, en 2018; y ante la fuerza del movimiento e iniciativa, es aprobada ya en 23 entidades de nuestro país.
Pero, ¿Cuántas mujeres han sufrido estas manifestaciones de violencia digital? ¿Cómo andan las cifras en México?
Según una encuesta realizada por la firma del antivirus McAfee, una de cada 10 personas involucradas en una separación sentimental amenazó con difundir en las redes sociales una foto reveladora de su expareja y el 60% lo cumplió. Se descubrió que más del 50% de los encuestados compartió su contraseña con una pareja. En la encuesta se advirtió que los hombres son más dados que las mujeres a revisar disimuladamente las cuentas personales de sus parejas y a observar a sus exparejas en redes sociales.
En México, según datos del INEGI el ciber acoso va en aumento y más de nueve millones lo han enfrentado en nuestro país.
Desafortunadamente, las redes sociales se han convertido en el ambiente perfecto para la agresión contra las mujeres, propiciado sobre todo por el asunto del anonimato.
Hay una actitud reiterada, que muestra que se trata de ataques masivos contra mujeres por el simple hecho de serlo. Es un reflejo de la sociedad actual y de la cultura que vivimos.
A pesar de los miles de esfuerzos y de la cantidad de organizaciones o agrupaciones de mujeres que buscan justicia para este tipo de actos, aunadas a las innumerables campañas de concientización sobre la violencia realizada contra las mujeres, existe una gran parte de la sociedad que subestima la circunstancia o simplemente no es capaz de verla por su formación o condición cultural. Triste la realidad. Conocemos muchas jóvenes que sus voces fueron apagadas y otras tantas que se sobrepusieron al escándalo de la experiencia y hoy están dando la batalla para el respeto a su intimidad. El respeto a la confianza que alguna vez depositaron en alguien.
Las de chile seco
Existen grupos de mujeres que siguen exigiendo se acepte la Ley Olimpia en todas las entidades. A la fecha, Hidalgo sigue sin aprobarla. Esperemos que hará el Congreso.