El ruso Evgeny Afineevsky ha lanzado un documental que podría marcar un antes y un después en la vida católica del mundo. En él, el Papa Francisco, quizá el más revolucionario de los jerarcas católicos, ha lanzado una diatriba que puede sentar un precedente: “Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente. Yo apoyé eso”.
El Papa, nacido en Argentina, cuando fue Arzobispo de Buenos Aires, apoyó abiertamente una ley que regulase las uniones entre personas del mismo sexo, aunque se opuso a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Su postura fue clara: es una cuestión de justicia civil. Ya como Papa esa declaración cobra otro peso, ya que es el representante directo de una institución poderosa que tiene y ha forjado esferas políticas, económicas y de poder que parecen al día de hoy indestructibles.