El día que nos reencontramos: Día de Muertos

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[…]ay, una ciega alegría,

un hambre de consumir

el aire que se respira,

la boca, el ojo, la mano;

estas pungentes cosquillas

de disfrutarnos enteros

en solo un golpe de risa,

ay, esta muerte insultante

-José Gorostiza. Muerte sin fin

 

Sin importar el tiempo juntos y que coincidieron en este mundo, cada año existe la posibilidad de poder encontrarse nuevamente con aquellos seres amados que han partido; el Día de Muertos es una celebración sobre el amor y la posibilidad de un más allá: una vida después de la vida.

 

En cada rincón del país el 01 y 02 de noviembre se convierten en fechas memorables para la idiosincracia mexicana, se estima que alrededor de 41 grupos étnicos llevan a cabo sus rituales y ofrendas de diversas maneras; en esta cuestión, una gran parte de los grupos indígenas comienzan el 25 de octubre hasta el 03 de noviembre aunque “algunos se extienden todo el mes” con la finalidad de poder honrar por mayor tiempo a sus familiares.

Su origen da pie a un debate entre historiadores y antropólogos, quienes por una parte lo consideran una herencia prehispánica fundamentada en la celebración hacia la vida, la cercanía de las antiguas culturas -como la mexica- con la muerte, traducido en tradiciones como la exhibición de cráneos de los enemigos, el tzompantli, o las creencias del regreso de los fallecidos. Aunque se apunta a un” apoyo” por parte de los artistas, poetas, pintores e intelectuales mexicanos por fomentar el amor a la nación y demostrar que las tradiciones son milenarias y puras.

 

Otros apuntan al medioevo con las órdenes jesuitas. La fiesta de Todos los Santos se llevaba a cabo en Francia desde el siglo X, ante un panorama de pestes, enfermedad constante y guerras se estableció conmemorar a los mártires anónimos el 02 de noviembre, donde además era dispuesto un altar para adornar con reliquias, de las que disponía la Iglesia, conocido también como ara; con el paso del tiempo, en el siglo XIV el catolicismo dispuso necesario orar este día por todos los católicos fallecidos, transformándose en una festividad acompañada de vendedores quienes ofrecían panes o dulces para ser bendecidos, y finalmente montados en una ofrenda familiar.

 

Anecdóticamente, para evitar desertores católicos y asegurar un mayor número de feligreses, estas misas se acompañaban de miembros devotos quienes relataban testimonios o leyendas para advertir sobre los peligros del purgatorio e infierno, de no llevar una vida irreprochable. Igualmente, el templo se adornaba con cuadros de e imágenes de santos, una iluminación propiciada por velas representando la luz cristiana, flores en cada uno de los costados para establecer un aroma casi “divino” y leyendas fantasmales, para espantar a las almas más impresionables.

Por lo tanto, las ofrendas actuales presentes en los hogares mexicanos son una mezcla tanto de las creencias europeas, católicas y -probablemente- algún que otro toque prehispánico. Los visitantes son recibidos con una serie de elementos dispuestos de tal manera, que cada uno encierra un significado específico; la página oficial de la Secretaría de Cultura ofrece interpretación a lo anterior:

 

IMÁGENES

Retrato: debe esconderse y disponer de un espejo para mandar un mensaje al visitante que “se le puede ver, pero ya no existe”
Ánimas de Purgatorio: con el fin de auxiliarlo en caso de encontrarse en el purgatorio o imágenes de otros santos que puedan servirle de ayuda.

ADORNO:

Calaveras de azúcar: colocarse tres para honrar la Santísima Trinidad y una grande, para el Padre Eterno.
Papel picado: elemento decorativo que puede acompañarse de telas de satín, seda, incienso, ropa limpia y toallas.
Petate: doble función, como descanso o para colocar los alimentos.
Flores: por su color y aroma alegran al visitante, además que, en el caso de los niños, los acompañan en su viaje de regreso.
Juguetes: en el caso de infantes, se suele acompañar de juguetes, o bien, el perro izcuintli- xoloitzcuintle para ayudarlos a llegar al Mictlán.
Incienso: símbolo de oración, limpia el hogar de malos espíritus o sensaciones.
Velas: en distintas presentaciones, sirven de guía para regresar a su hogar. Representan el número de fallecidos en la familia, y de colocarse en forma de cruz representan los puntos cardinales para orientar su regreso a casa.
Sal: evita que el alma se purifique y pueda regresar el siguiente año.

ALIMENTO:

Agua: ofrecida para calmar la sed después del viaje y a su regreso.
Pan: el “cuerpo de Cristo”, se ofrece como signo de amistad.
Mole: platillo que se cocina en honor a los fallecidos. También se cocinan los alimentos favoritos para honrar su visita.
Licor: el preferido de los visitantes y que simbolizan los momentos memorables que tuvo en vida.

Cada familia decide los elementos a regalar a sus seres amados, algunos complementándolo con dulces, panes, cigarros, prendas o demás elementos que atesoraron en vida. Son estas fechas un recordatorio de la brevedad de la vida, los cambios y que, a pesar de lo modificado, lo inamovible es el amor y el recuerdo.

Fuentes:

 

CONACULTA. La festividad indígena dedicada a los muertos en México. Patrimonio Cultural y Turismo, cuadernos 16. PDF. https://www.cultura.gob.mx/turismocultural/publi/Cuadernos_19_num/cuaderno16.pdf

 

 

INAH. (2007). Orígenes profundamente católicos y no prehispánicos, la fiesta de día de muertos. Gobierno de México. Web. https://www.inah.gob.mx/boletines/1485-origenes-profundamente-catolicos-y-no-prehispanicos-la-fiesta-de-dia-de-muertos-2

 

INPI. ¿Conoces el significado de los elementos de una ofrenda de Día de Muertos?. Gobierno de México. Blog. https://www.gob.mx/inpi/articulos/conoces-el-significado-de-los-elementos-de-una-ofrenda-de-dia-de-muertos

En caso de querer conocer más sobre los altares en la República Mexicana:

 

https://www.gob.mx/inpi/articulos/altares-indigenas-de-dia-de-muertos-cual-quieres-para-recibir-a-los-tuyos