Por José Halim Hernández Hernández
El Bayern Múnich conquistó su segundo título del Mundial de Clubes el jueves pasado tras derrotar a los Tigres de la UANL. Los teutones doblegaron a los regiomontanos por la mínima.
La jugada de la anotación resultó demasiado polémica por una supuesta mano de Robert Lewandowski que se volvió en un pase que Benjamin Pavard convirtió en gol.
El encuentro fue muy dinámico y vertical. Fueron pocos los lapsos de tiempo en los que se trabó, puesto que ambas escuadras tuvieron varias llegadas de peligro. Aunque los alemanes generaron más ocasiones, no pudieron concretarlas ante la gran actuación de la defensa neoleonesa y la ineficiente precisión de los atacantes bávaros.
Los pupilos del Tuca Ferreti presentaron la iniciativa de ir al ataque durante los primeros minutos, intentaban mantener la posesión del balón y buscar en el juego aéreo a sus delanteros especialistas, Gignac y González. Quiñones y Aquino fueron jugadores clave en el esquema táctico de Tigres debido a sus apoyos en defensa con el Chaka Rodríguez y Jesús Dueñas por las bandas, lo cual provocó la neutralización de la ofensiva del Bayern.
Previo al final del medio tiempo, Kimmich marcó un auténtico golazo desde fuera del área, sin embargo, el VAR lo anuló por un presunto roce de Lewandowski, quien se encontraba fuera de lugar. Al inicio de la segunda mitad, los alemanes continuaron atacando por todos lados hasta que se dio la jugada del gol y decidieron proteger el 1-0 para no correr riesgos.
Posterior al gol bávaro, los Tigres ya no encontraban la fórmula para anotar el gol del empate y seguir en la pelea por el título. La desesperación comenzó a carcomer a los jugadores y, por ende, facilitó al Bayern el cuidado del resultado; siendo este el sexto campeonato ganado y empatando al Barcelona como los únicos equipos en ganar un “sextete”.
Los alemanes cerraron una temporada perfecta con seis copas ganadas de seis disputadas, mientras que Tigres hizo historia al convertirse el primer equipo de la CONCACAF en llegar a una final del Mundial de Clubes.
Hay que decirlo: los felinos hicieron un papel aceptable contra el mejor equipo del mundo dado que fueron superados por un gol nada más, muchos pensaban que se daría un resultado similar al del Barcelona vs. Bayern en la Champions pasada, pero la escuadra felina demostró su mejor fútbol y se proclamó como un digno subcampeón.