Recuerdo que cuando era niño y veía los partidos de futbol, las frases del “Perro” Bermúdez se me quedaban grabadas, algunas las entendía, otras las fui entendiendo conforme fui creciendo.
Una en particular aplica a lo que estamos viendo en estos días: la tenía, era suya y la dejó ir; frase que él dice cuando un jugador falla una oportunidad muy clara de anotar y que hoy se la podemos dar tanto a MORENA como a la oposición.
El proceso electoral de este año se está caracterizando por ser una sana competencia en ver quién pierde más votos, en ver quién va consiguiendo ser más odiado por las y los ciudadanos.
MORENA, junto con el PT y la garrapata verde (PVEM), se acercó a este proceso siendo el inmenso favorito en las encuestas: 14 de 15 gubernaturas las tenía prácticamente en la bolsa, así como el control de una Cámara de Diputados, incluso todavía mayor al control que ahora tiene. Al momento de elegir candidatas y candidatos, bajo supuestas encuestas que nunca se dieron a conocer, empezó a ponerse en riesgo esa ventaja. Candidatos impresentables, como Salgado Macedonio, así como el sumar a políticos que hasta hace poco militaban en otro partido o eran parte de un gobierno de oposición, como el caso de Clara Luz y de Mónica Rangel, fue haciendo que la intención de voto se fuera desplomando en diversos estados, sumado a los oídos sordos que hizo la dirigencia, en manos de Mario Delgado, por escuchar a los dirigentes estatales del partido.
Mientras eso pasaba con los partidos del gobierno, la oposición buscaba armar lo inesperado: una alianza de los tres partidos que durante muchos años fueron rivales. El bloque ya había actuado en ambas Cámaras del Congreso, pero faltaba concretar la alianza a nivel federal. Conforme se acercaban a pactar esta alianza, Movimiento Ciudadano decidió jugársela por su cuenta en todos los cargos y, sin ellos, se conformó el llamado Va Por México, que incluía al PAN-PRI-PRD. Muchos dirigentes estatales se opusieron, otros más aplaudieron e incluso el PRD tuvo que cambiar estatutos para que fuera viable la alianza con el PRI, principalmente porque el partido surge por quienes decidieron abandonar al tricolor.
Con el balón en sus pies, Va Por México decidió cómo serían las alianzas, en cuáles distritos irían los tres, al igual que en cuáles gubernaturas irían juntos o separados. Asegurando que habían entendido el descalabro electoral de hace tres años, se presentaban como una opción para hacer frente al gobierno y buscar controlar la Cámara de Diputados, así como quitar gubernaturas que MORENA tenía ya en la bolsa.
Pero bien dicen que perro viejo no aprende truco nuevo, y si bien las dirigencias iban eligiendo a los mejores perfiles para ser candidatos a gobernador, como el caso de Claudia Anaya en Zacatecas, después decidieron poner a familiares, como Christian Castro Bello (sobrino del dirigente del PRI), o figuras de la farándula, como Lupita Jones para Baja California, e incluso a sus más cercanos o a ellos mismos, como plurinominales, lo cual hizo que las intenciones de voto que poco a poco fueron creciendo por ellos, disminuyeran para la Cámara.
Con estas decisiones, MORENA fue creciendo en la intención de voto para la Cámara de Diputados, donde ahora ya no se pone en duda si tendrá la mayoría, sino ver si alcanzará la mayoría calificada: las 2/3 partes con las que puede modificar la Constitución a su antojo, lo cual parece ser su gran apuesta, sin importar que no gane todas las gubernaturas que se juegan este 6 de junio.
Exceptuando Querétaro, el resto de los 14 estados podría dar sorpresas: San Luis Potosí se inclina por el candidato de Va Por México o por el candidato del PVEM; en Chihuahua la candidata de PAN-PRD está saliendo arriba del candidato de MORENA, misma situación en Nuevo León, donde el PRI-PRD supera en una contienda cerrada a la candidata de MORENA. En Baja California, parece que el gobernador Jaime Bonilla “sin querer queriendo” está haciendo que Jorge Hank-Ron crezca como opción para ganarle a la candidata de MORENA, quien nunca fue su favorita para sucederlo en el cargo. Hay encuestas que incluso ponen en segundo lugar a MC, como el caso de Campeche donde cada vez se recorta más la diferencia con la candidata de MORENA.
Faltan poco más de dos meses para que se decida este panorama. Sabemos que todo puede cambiar de último minuto. Las estrategias y los ataques estarán a la orden del día, para sumar votos o restarle al otro, así como los errores que sigan cometiendo desde las dirigencias y que son los que más han fomentado la caída en las encuestas.