Tan solo el mes pasado 100,0441 personas sin documentos se instalaron en la frontera sur de Estados Unidos. También, el número de niños migrantes se multiplicó al triple y alcanzó los 3,250.
Las cifras, reveladas por el diario estadounidense The New York Times, dejan ver la crisis migratoria que viene arrastrando la Unión Americana, desde la era Trump, pero que ahora el ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, ha dicho que es “responsabilidad” de su administración resolverla.
Para lograr una tarea que se supone titánica ha designado a la número dos de su Gobierno, Kamala Harris, para hacerle frente a una “situación desafiante”, como lo ha calificado la primera vicepresidenta de Estados Unidos.
“No puedo pensar en nadie que esté mejor calificado para hacer esto”, ha dicho Biden sobre la nueva encomienda que afronta Harris y que podría ser un punto de inflexión en la manera en que su administración le hace frente a un problema añejo pero que no ha logrado ser resuelto en su totalidad.
Una de las principales tareas de Harris será sentarse con México y los países del triángulo norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), para pedirles que detengan la migración desde su origen.
