Tras las posibles sanciones que podían acreditar diez de los clubes fundadores decidieron salirse del proyecto.
El pasado domingo 18 de abril la Superliga Europea anunció de manera virtual su creación a través de sus 12 clubes fundadores.
La Superliga, presidida por Florentino Pérez (Presidente del Real Madrid), publicó un comunicadosobre quiénes serían los clubes que participan en estetorneo. «ElACMilan, el Arsenal FC, el Atlético de Madrid, el Chelsea FC, el FC Barcelona, el FC Internazionale Milano, la Juventus FC, el Liverpool FC, el Manchester City, el Manchester United, el Real Madrid CF y el Tottenham Hotspur se han unido como Clubes Fundadores. Se invitará a otros tres clubes para que puedan unirse antes de la temporada inaugural que empezará lo antes posible”.
Los clubes fundadores previeron una reacción negativa por parte de los máximos órganos del fútbol: Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) e indirectamente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). «De cara al futuro, los Clubes Fundadores esperan mantener conversaciones con la UEFA y la FIFA buscando las mejores soluciones para la Superliga y para el conjunto del fútbol mundial», se justificaron en el mismo comunicado.
Respuesta contundente de la UEFA
La respuesta de la UEFA fue inmediata y reprobaron la creación de la Superliga, “Si esto sucediera (la creación de la Superliga), reiterar que nosotros, la UEFA, la FA inglesa, RFEF, FIGC, la Premier League, LaLiga, Lega Serie A, pero también la FIFA y todas nuestras federaciones miembro, seguiremos unidos en nuestros esfuerzos para detener este cínico proyecto, un modelo que se basa en el interés propio de unos pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca la solidaridad”.
La UEFA advirtió a los clubes fundadores de las consecuencias que el “cínico proyecto” podría conllevar, «El fútbol se basa en las competiciones abiertas y el mérito deportivo. Como ya anunciaron la FIFA y las seis Confederaciones, los clubes afectados no podrán participar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales”.
FIFA reprueba su creación
Poco tiempo después la FIFA se pronunció al respecto y apoyó a la UEFA, «Los órganos rectores del fútbol deberían emplear todos los medios legales, deportivos y diplomáticos para garantizar que esto siga siendo así. En este contexto, la FIFA solo puede expresar su desaprobación a una «liga separatista europea cerrada» fuera de las estructuras futbolísticas internacionales y sin respetar los principios antes mencionados”.
Y pidió que los involucrados buscaran una solución benéfica y pacífica, «FIFA siempre defiende la unidad en el fútbol mundial y pide a todas las partes involucradas en debates acalorados que entablen un diálogo tranquilo, constructivo y equilibrado por el bien del juego y con un espíritu de solidaridad y juego limpio. La FIFA, por supuesto, hará todo lo que sea necesario para contribuir a un camino armonizado hacia los intereses generales del fútbol».
Tras los comunicados de UEFA y FIFA Florentino Pérez expresó la razón de la creación de la Superliga. «Cuando no tienes ingresos, más que los de la TV, la única manera de rentabilizar los ingresos es tener partidos más competitivos, que le interesen al mundo. Llegamos a la conclusión que si en vez de la Champions League hacemos una Superliga entre clubes, seríamos capaces de paliar lo que ha sucedido».
Afición molesta
Varios aficionados, jugadores y entrenadores de los clubes fundadores y ajenos se rebelaron en contra de la Superliga. Aunado a ello, tras las advertencias y amenazas de FIFA y UEFA sobre las sanciones, dichos clubes comenzaron a desvincularse del proyecto. Los ingleses (Chelsea, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Manchester United y Tottenham Hotspur) fueron los primeros en realizarlo por medio de sus redes sociales. Posteriormente el resto de equipos hicieron lo propio (AC Milan, Atlético de Madrid, FC Internazionale Milano y Juventus) y solamente el FC Barcelona y Real Madrid CF quedaron “arriba del barco” de la Superliga.