El costo humano de la COVID-19: el retrato de la muerte

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Indonesia, 18 April 2020 The body of a suspected coronavirus victim, wrapped in yellow infectious waste plastic bags and wrappers, lies on the patient's deathbed awaiting a body bag in a hospital in Indonesia. The wrapping of the patient, which takes two nurses a full hour to complete through three layers of plastic and nine times of disinfection, is intended to suppress the spread of coronavirus. As mandated by the Indonesian Ministry of Health, the wrapping of the body is a standard procedure for every suspected, comorbid, and positive confirmed COVID-19 death. This process continues until today. As is the case with most victims, family members were not allowed to say goodbye. After the image was published by National Geographic, the image sparked denial and uproar across social media. Many who saw the image declared it to be a set up intended to spread fear. By the end of the year, 563 medical workers in Indonesia have perished due to the pandemic, with the country’s coronavirus toll reaching over 800,000 cases and 20,000 deaths. (Off the record: due to privacy reasons, I am legally bound not to identify the patient, the identity of the hospital, or indicate the hospital’s local geographic location e.g. city, town, etc. The most detail I can include about the hospital would be the country location.)

Shirley Morgana Quiroz Carbajal

Con su fotografía El costo humano de COVID-19, el fotógrafo Joshua Irwandi ganó el segundo lugar de la sección de Noticias, en la pasada edición del certamen World Press Photo. La imagen retrata el cuerpo de una víctima del coronavirus envuelta de pies a cabeza, como si se tratara de una momia, en plástico amarillo de desechos infecciosos, recostado encima de las sábanas grises de la camilla de un cuarto oscuro de algún hospital de Indonesia.

Al fondo de la toma podemos ver cómo el cielo se está oscureciendo a través de la ventana. La primera vez que la imagen salió a la luz fue el 14 de julio del año pasado en un reportaje del periodista Richard Coniff, que hablaba del impacto que han tenido las pandemias en la historia de los seres humanos. Sin embargo, no fue hasta el artículo escrito por David Beard, periodista de National Geographic, que la foto cobró relevancia. La nota informaba acerca del incremento de casos de contagio en Indonesia y las “lentas” decisiones que tomó el gobierno para proteger a sus ciudadanos.

Covid-19, tema obligado 

De acuerdo con el fotógrafo documental independiente, la imagen es una representación de los protocolos de salud implementados por el gobierno de Indonesia respecto al manejo de cadáveres de víctimas de la Covid-19 que deben seguir los hospitales. En estos se evidencia que el personal médico debe envolver en plástico, rociar con desinfectante y enterrar rápidamente los cuerpos de los fallecidos para evitar la propagación del virus.

Joshua Irwandi publicó esta foto con el propósito de que el público reflexionara ante la gravedad del asunto y el hecho de que no puede ser tomado a la ligera. “Sentimos que era absolutamente crucial que se hiciera esta imagen para comprender y conectarse con el impacto humano de estos devastadores virus”, declaró el fotógrafo en su publicación de Instagram.

Debate necesario 

Si bien la fotografía de Irwandi generó un debate polémico al inicio, especialmente en el país del sudeste asiático, donde algunos acusaron al autor de haber fabricado la noticia, otros resaltaron el valor que tuvo al retratar un momento tan “descarnado” de la pandemia. Adib Hidayat, editor jefe del medio Billboard en Indonesia, compartió la foto y llegó a diversas partes del mundo.

La mejor instantánea del año 

Ya  Mads Nissen, en El primer abrazo, había ilustrado el emotivo abrazo que recibió Rosa Luzia Lunardi por parte de su enfermera, quien la cuida en una residencia para adultos mayores en Viva Bem de São Paulo, en Brasil. Ambas tenían cinco meses sin verse. Dicha instantánea se hizo acreedora al galardón de la Mejor Fotografía del Año.

El Primer Abrazo del fotógrafo danés Mads Nissen recibió el galardón como Mejor Fotografía del año
El Primer Abrazo del fotógrafo danés Mads Nissen recibió el galardón como Mejor Fotografía del año

La Covid-19 ha matado a aproximadamente 3.3 millones de personas hasta hoy, de acuerdo con datos de la Universidad John Hopkins, mismo número que podría significar la cantidad de veces que alguien no pudo despedirse apropiadamente de un ser querido. Esto porque todavía no está permitido que los familiares en duelo lleven a cabo las prácticas funerarias como normalmente se harían en muchas partes del mundo.

Como lo mencionó Irwandi, el suceso capturado “bien podría sucederle a la gente que todos amamos”. Por eso, el retrato no sólo sirve de recordatorio y como advertencia del constante peligro que implica este virus, sino que también muestra la crudeza de lo que es morir en momentos de pandemia: acompañado solamente por la soledad y la frialdad del ambiente que te rodea.

Desde 1995, la organización World Press Photo celebra el concurso anual más grande y prestigioso de fotografía a nivel mundial. La 64ª edición no fue la excepción. El certamen digital tuvo alrededor de 74 mil 500 imágenes de 4 mil 135 fotógrafos procedentes de 130 países diferentes.