El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, a semanas de dejar el cargo, emprende el último albazo para que no quede impune el desvío de recursos por parte de la administración de su antecesor, César Duarte, preso en Estados Unidos desde 2020 donde pelea su no extradición al país.
«Puedo decir misión cumplida, aunque no terminada. Y pueden de mí tener la seguridad que desde donde esté, impediré que se burle de nosotros y no cejaré en que se le haga Justicia a Chihuahua», aseguró Corral durante su último y quinto informe de Gobierno, luego que Duarte pidiera una disculpa pública e indemnización por 3 mil millones de pesos a su sucesor…por presunto daño moral.
El gobernador saliente calificó el hecho cmo un verdadero descaro y desfachatez. No olvidemos que los más de 200 mdp robados al erario de Chihuahua fueron a parar a campañas del PRI en 2010 y 2016.
