No es un secreto a voces que el gremio periodístico, a nivel nacional, es uno de los más castigados en cuanto a condiciones laborales. Se paga poco en una profesión que resulta ser la más peligrosa para ejercer en el país. Tan solo en las dos últimas semanas, dos comunicadores fueron asesinados por el ejercicio periodístico. Uno en Chiapas, otro en Guerrero.
Según la oficina regional para México y Centroamérica de Artículo 19, el Estado de México ocupa un «lugar intermedio» entre los estados más peligrosos para ejercer el periodismo: Tamaulipas, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Chihuahua. Un conteo hecho por dicha organización da cuenta que del 2000 a la fecha cuatro periodistas han sido asesinados. Pero la verdadera preocupación es el asedio en el que viven para ejercer su derecho al trabajo, sobre todo en la zona sur de la entidad mexiquense. Y hay otro que tienen al interior del Poder Legislativo: el director de Comunicación Social.
En un encuentro con reporteros que cubren la fuente del Poder Legislativo la voz fue unísona:que renuncie el actual director de Comunicación Social Alfredo Medellín Reyes Retana del Congreso del Estado de México.
La razón: hay un trato elitista y discriminatorio de su parte. No hay acreditaciones. No hay instalaciones adecuadas para que los periodistas realicen su trabajo. Incluso, una colega se quejó que ahora no tenían acceso a las iniciativas presentadas. En pocas palabras: no los deja trabajar.
El diputado Guillermo Zamacona, quien presiden el Comité de Comunicación, ha reiterado que está del lado de los comunicadores y se ha comprometido a tener reuniones permanentes con el único fin que quienes cubren la fuente legislativa puedan hacer de manera profesional su trabajo.
Incluso, los integrantes de dicho Comité se han comprometido a hacer un exhorto para revisar el actuar de Medellín Reyes. La legisladora Anaís Burgos (morena) fue más allá. «Ya tomamos nota de todas las observaciones que nos han hecho de parte de quien esta enfrente de la dirección de comunicación social y que sin duda lo vamos a cambiar, nosotros necesitamos mucho de su trabajo, de su profesionalismo y de su entrega… ya tomamos nota y estamos en contacto».
El mensaje fue claro y también unísono de parte del Comité: se tiene que ir quien hoy representa una cuña para que los periodistas puedan comunicarle a la ciudadanía lo que sucede en La Casa del Pueblo.