Por Paola Sánchez.
Los empleados de la plataforma hicieron un paro para protestar contra el show transfóbico del comediante y la mala respuesta de la empresa a la controversia
Desde hace un par de semanas, la empresa está inmersa en dos polémicas relacionadas: una gira en torno al contenido antitrans de un programa de Netflix, es decir, The Closer, del cómico Dave Chappelle, y la segunda se centra en las reacciones de la compañía a las protestas al show. Muchos de los que se han opuesto a The Closer y a las desafortunadas acciones de la compañía, sólo piden que se tomen en serio sus comentarios y preocupaciones.
Esto parece no importarle a Netflix, y sus empleados hicieron un paro el pasado miércoles 20 de octubre. «No deberíamos tener que presentarnos trimestral o anualmente para oponernos a los contenidos dañinos que tienen un impacto negativo en las comunidades vulnerables», escribió Ashlee Marie Preston, una activista trans, en un post de Instagram en el que promovía una concentración en apoyo del paro.
El asunto ha llegado a su punto más crítico, en parte por los memorandos que el co-CEO Ted Sarandos envió al personal de Netflix recientemente. Independientemente de lo que se piense de Chappelle, Sarandos o Netflix, la controversia es un indicio de lo poco que la industria en su conjunto entiende su papel en la creación de productos que no dañen a una comunidad que ya es hostigada, y el hecho de que Sarandos se esconda detrás de palabras vacías sobre lo mal que se siente «cuando la gente está sufriendo», simplemente no está bien.
«En ninguna parte de su disculpa del especial de Chappelle, Ted Sarandos argumenta que no es transfóbico», señaló el periodista de comedia Seth Simons. «En cambio, su argumento es que no es malo que sea transfóbico. Esto es una actitud de indiferencia hacia el discurso de odio que se ha convertido en la norma en los espacios de comedia.»
Por su parte, Sonia Saraiya de Vanity Fair, ha analizado hábilmente la elección de palabras de Sarandos: «Chappelle ofrece la absolución de los prejuicios; está haciendo que los prejuicios antitrans sean aceptables, digeribles e incluso divertidos», sin embargo, en un memorando de Sarandos afirmaba que las ofertas de la empresa no provocan «daños en el mundo real». Los empleados y creativos trans de la empresa están claramente en desacuerdo.
Comunidad trans en Netflix
Recientemente, una ingeniera trans de Netflix, Terra Field, hizo viral un hilo de Twitter sobre The Closer; luego que Field y otros dos empleados se unieran a una reunión de Netflix a la que no debían asistir y fueron suspendidos por Netflix. Las empleadas fueron reincorporadas, pero ¿qué mensaje envía a los empleados trans de Netflix y a sus aliados? Ya es bastante difícil para los creadores trans conseguir un trabajo estable en Hollywood, pero la guionista y productora Jaclyn Moore, de Dear White People de Netflix, dijo que no trabajaría más con la compañía mientras ésta siguiera apoyando «contenidos descarada y peligrosamente transfobicos.»
The Verge informó que una empleada negra trans embarazada fue despedida por Netflix. La empresa es famosa por guardar sus datos internos y, según la publicación y The Hollywood Reporter, «la empleada fue despedida bajo la sospecha de filtrar datos a la prensa relacionados con el especial de Dave Chappelle.» La empleada despedida no habló con The Verge para su historia, pero esto fue la cereza del pastel, que dio pie a que los empleados organizaran el paro.
Netflix confirmó el despido de la trabajadora, diciendo a The Verge que «mantener una cultura de confianza y transparencia es fundamental para nuestra empresa.»
¿Confianza? ¿Es una broma?
El argumento de la libertad de expresión que Sarandos ha usado para defenderse es una bandera roja. Asimismo, en un ensayo publicado el lunes, Field reiteró que «Dave no es, y nunca ha sido, la causa de este problema: es un síntoma del mismo. Él crea las cosas que dice y que el hecho de que pueda decirlas sin tener consecuencias, es el resultado de la cultura en la que vivimos: una cultura que margina a las personas trans».
Como han señalado Field y otros críticos de la empresa, la verdadera pregunta es: ¿Por qué se empeña tanto una empresa multimillonaria en proteger a Dave Chappelle?
Además, Sarandos afirma lo siguiente en uno de sus memorandos: «Chappelle es uno de los cómicos más populares de la actualidad y tenemos un acuerdo de larga duración con él. Su último especial, Sticks & Stones, también controvertido, es nuestro especial de monólogos más visto, más pegajoso y más premiado hasta la fecha».
Lo más probable es que el público siga viendo Squid Game y otras de las producciones de la plataforma, y que esta controversia será cosa del pasado. Pero sería alentador que la gente se diera cuenta sobre la verdadera cara de la compañía.
Citando la sabia frase de Maya Angelou: “cuando las personas y las empresas nos muestran quiénes son, debemos creerles”.
Con información de Vanity Fair