Los domingos, cuando los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no jugaban de local, Televisa transmitía en esas dos horas de juego alguna película del Cine de Oro mexicano. Ahí, aprendí a admirar el talento de Cantinflas. Pero también descubrí a un hombre de voz ranchera, como muchos lo catalogaron. Un actor, pero mejor cantante, que con su voz hacía retumbar la pantalla. Las bondades de la televisión abierta.
En El Hijo del Pueblo o Picardía Mexicana, un Vicente Fernández lleno de juventud y que lanzaba de manera vertiginosa su carrera al estrellato hacía un retrato de las clases menos favorecidas y su intento por encontrar un lugar en una clase media que hace 30 años comenzaba a ver sus primeros albores.
Vicente “Chente” Fernández, nacido en Huentitán, Jalisco, en el seno de una familia humilde, tenía un porvenir cuesta arriba. Sin embargo, a los 14 años en un concurso amateur se hizo del primer lugar. Pero su vida, hasta los 21 años, transcurrió en oficios como albañil, bolero, cajero, mesero y lavaplatos.
La muerte de José Alfredo Jiménez, a principios de la década de los 70, le dio naturalmente la estafeta a Vicente de la representatividad del regional mexicano. Si Jiménez le había cantado a la desilusión, era el turno del “Charro de Huentitán” de hacerlo al amor.
Volver, Volver, fue el primer gran éxito de “Chente”, en 1972. Su carrera estuvo, indiscutiblemente, en la cima. En 1974 protagonizó y compuso la banda sonora de La Ley del Monte. Hasta 1991 se retiró del cine, cuando creyó que no podía seguir interpretando con orgullo a ese “Charro”, un arquetipo del mexicano, que siempre va hacia adelante y dispuesto a enfrentarse a cualquier adversidad. Con sombrero, botas, voz y decisión, Fernández encarnó el sueño de muchos.
Los deportes y el «Charro»
Vicente Fernández fui un fiel aficionado a las Chivas del Guadalajara. Su grito «Arriba las Chivas» se sigue escuchando en el Estadio Akron, antes el Jalisco, cuando el Rebaño Sagrado juega como local.
Julio César Chávez recordó en sus redes sociales que fue el único deportista que pudo darse el lujo de tener a Vicente Fernández como telonero. Y es que en su histórica pelea contra Héctor el «Macho» Camacho, en Las Vegas en 1992, el «Charro de Huentitán» aceptó cantar el himno nacional.
También, el pugilista tapatío Saúl Álvarez ha demostrado en reiteradas ocasiones su admiración por el intérprete tapatío. Su paisano.
Vicente Fernández, el ídolo de Julio César Chávez y de ‘Canelo’ Álvarez https://t.co/V8lo6dSYTn
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) December 12, 2021
Llorar y Llorar
El 12 de diciembre, Día del Virgen de Guadalupe, Vicente Fernández ha muerto. Para muchos es una coincidencia. Incluso en redes circulan imágenes de una caricatura en la que el “Charro de Huentitán” llega al cielo a llevarle serenata a la morenita del Tepeyac.
Dos premios Grammy, ocho premios Grammy Latino, catorce Premios Lo Nuestro, una estrella en Paseo de la Fama de Hollywood, el lanzamiento de 100 discos, la participación en más de 30 películas y más de 70 millones de copias vendidas de sus producciones son solo algunas de las huellas que dejó una encandilante carrera de más de cinco décadas.