Nunca es tarde para desear un feliz año nuevo o 2022. Pero también, recordar que siempre es un buen momento para reinventarse. Ser más felices, emprender nuevos proyectos, dejar de fumar o por fin entrarle a la rutina de ejercicios tan anhelada.
Pero a veces la realidad nos pega con mucha fuerza.
Hace unos días me llegó a mi correo la Encuesta Expectativas 2022 realizada por De Las Heras Demotecnia en la que se hace una radiografía de lo que esperan los mexicanos en un año que arranca difícil y en el que la pandemia por Covid-19 parece no tener fecha de caducidad.
Empecemos por lo amargo: en 2021 el 33% de los mexicanos encuestados “cumplió pocos” de los propósitos que se hizo. Tan solo un 4% cumplió todos y un 36% cumplió la mayoría. La emoción se fue desvaneciendo poco a poco.
Ya en el 2022 no resulta curioso que lo que más le preocupa a los mexicanos es su salud. A un 34% le ocupa, seguido por el 26% que centra su atención en la economía y un 12% en la seguridad. Vamos, vivimos en una pandemia y estamos iniciando un año con una de las inflaciones más altas en las últimas dos décadas. Y tal vez la seguridad ya no sea la principal preocupación porque ya “nos acostumbramos” a vivir en el fuego cruzado del crimen organizado.
Sin embargo, lo que sí resulta curioso y sorprendente es que el 58% de los encuestados cree que la economía mejorará. En contraparte, un 26% cree que empeorará. No podemos negar que el optimismo nacional hace su parte o la estrategia de comunicación federal permea y resulta efectiva.
Otro dato que llama la atención es que el 49% cree que la seguridad mejorará, aunque solo el 12% lo tienen entre su lista de prioridades.
Pero el optimismo real se desborda cuando el 83% considera que le irá mejor que el año pasado. Y es que no hay mal que dure cien años. Y la cereza del pastel llega cuando el 64% cree que le irá mejor este año al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Solo un 20% está pesimista en ese sentido.
Los mexicanos somos nobles. Aún creemos en esa utopía de la tierra prometida. Sabemos que las derrotas que se destierran con frases determinantes. El valemadrismo, visto desde una óptica prometedora, siempre nos ayudará a lidiar con las calamidades más dramáticas. Y sí, el 2022 pinta para que apliquemos esa fórmula retórica sentimental.