El canciller Marcelo Ebrard lanzó una dura crítica contra Greg Abott, gobernador de Texas, quien hizo que los mandatarios estatales de Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, cedieran ante la presión de su homólogo estadounidense para frenar las inspecciones exhaustivas al transporte comercial, proveniente de México, a cambio de reforzar en suelo nacional las revisiones migratorias.
A decir del encargado de la política exterior de México, eso no es un acuerdo, sino una ‘extorsión’.
“Es un esquema de extorsión: cierro la frontera y tienes que firmar lo que yo diga. No es un acuerdo”, dijo y aseguró que México no permitirá ni estará de acuerdo en que gobiernos locales de Estados Unidos culpen a México del problema migratorio que tienen.
“Estados Unidos tiene una tasa de crecimiento demográfico muy pequeña, de 0.4, entonces necesitan para mantener su economía mucha fuerza de trabajo de fuera, eso es un hecho. ?El problema es de México?”, espetó Ebrard.