Al menos en discurso, el Gobierno de la Cuarta Transformación, es austero. Al menos así lo repite el presidente Andrés Manuel López Obrador a la mínima provocación. Dejó de utilizar al Estado Mayor Presidencial para su seguridad. También, se mudó de Los Pinos, otrora residencia oficial de mandatarios mexicanos para vivir en Palacio Nacional y ha limitado sus viajes al extranjero.
Ahora, luego que el pasado lunes en conferencia mañanera el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, presentó una lista de funcionarios que violan las leyes de austeridad y ganan más que el titular del Ejecutivo Federal. Movido por esos señalamientos, López Obrador ha anunciado que habrá una segunda fase de la política de austeridad en su gobierno. Se pasará de la austeridad republicana para pasar a la pobreza franciscana.
Consistirá en reducir aún más los gastos del gabinete federal, principalmente en viajes al extranjero y viáticos.
«Tengo reunión mañana con el gabinete y vamos a llevar a cabo medidas de austeridad adicionales. Vamos a reducir bastante, casi no va a haber viajes al extranjero, vamos a procurar que toda la comunicación se haga por teléfono o teleconferencias y vamos a reducir viáticos aún más y otras medidas», dijo.
A decir del Presidente de México,los ahorros que ha hecho su gobierno tomando en cuenta todos los rubros podrían llegar a los 2 billones de pesos.