Del Mazo…¿debería tomar las riendas en el proceso de sucesión?

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El Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, es la pieza clave para que en 2023 haya una alianza partidista competitiva en la elección a gobernador. Con Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del Revolucionario Institucional, distanciado de sus homólogos de Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrático, la decisión podría darse a nivel estatal.

La mesa está puesta para que las dirigencias que encabezan Anuar Azar (PAN), Eric Sevilla (PRI) y Omar Ortega (PRD), sostengan un diálogo para que sean ellos quienes tomen la decisión sobre ir en coalición y poder hacerle frente a un escenario adverso en el que Morena, de acuerdo con diversas encuestas, podría llevarse la gubernatura del Estado de México.

Pero el interlocutor no sería «Alito» Moreno. Circulan versiones que Del Mazo estaría operando para poder llevar él la batuta, como ya es costumbre con los gobernadores salientes del Estado de México. Sin embargo, muchos analistas coinciden en que su «cercanía» con Andrés Manuel López Obrador no le permitiría enfrentarse a una maquinaría de Estado en la elección del 2023. La realidad es que ambas visiones tienen cabido en una de las arenas políticas más complejas del país. Pero también no perdamos de vista que el PRI se juega su último bastión electoral. De paso, su supervivencia.

Morena ha tomado la delantera destapando desde hace septiembre a la senadora Delfina Gómez como la candidata (por segunda vez) a la gubernatura. Para muchos es una oportunidad de oro para llevarse la «joya de la Corona»: el partido fundado por López Obrador está en el Gobierno y desde ahí se han centralizado todos los programas federales que, tarde o temprano, terminan siendo usados como carne de cañón electoral.

«Alito» ya reaccionó y le pidió a sus pares del PAN y el PRD ponerle «play» otra vez a #VaPorMéxico, aunque siguió defendiendo la agenda legislativa de su partido y dejó en claro que no darán marcha atrás en su propuesta para que las Fuerzas Armadas se queden en las calles apoyando en tareas de Seguridad Pública hasta 2028.

El distanciamiento del PRI del Estado de México y del nacional únicamente beneficia a Morena y, de paso, le está dando vía libre a un posible candidato solitario del Partido Acción Nacional a seguirse promocionando y marcando territorio. Aunque, seamos sinceros, un uno a uno entre el partido guinda y cualquier otro color no sería parejo y podría terminar siendo una de las victorias más esperadas por López Obrador y compañía. Casi como llegar al quinto partido.