domingo 1 de junio de 2025 – El Reino Unido expresó un respaldo claro al Plan de Autonomía propuesto por Marruecos como solución al diferendo sobre el Sáhara, y manifestó su disposición a contribuir concretamente al desarrollo económico de las provincias del sur. Esta posición quedó plasmada en un comunicado conjunto firmado este domingo en Rabat por los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países.
Londres calificó la iniciativa marroquí como “la base más creíble, viable y pragmática” para alcanzar una solución política duradera, y precisó que esta posición guiará su enfoque a nivel bilateral, regional e internacional. El Reino Unido afirmó seguir de cerca “la dinámica positiva actual” bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, y reconoció la importancia estratégica de la cuestión del Sáhara para el Reino de Marruecos.
En el plano económico, el comunicado indica que UK Export Finance –la agencia británica de financiamiento a las exportaciones– podría apoyar proyectos en las provincias del sur, en el marco de su programa de inversión de 5 mil millones de libras esterlinas destinados a promover nuevos proyectos económicos en todo Marruecos. Asimismo, el Reino Unido describió al país como una “puerta de entrada esencial para el desarrollo socioeconómico de África” y reafirmó su compromiso de fortalecer la cooperación bilateral a escala continental.
En el plano diplomático, ambos países reiteraron su pleno respaldo al proceso liderado por las Naciones Unidas, destacando el papel central del Enviado Personal del Secretario General, Staffan de Mistura. El Reino Unido manifestó estar “preparado, dispuesto y decidido” a apoyar activamente los esfuerzos de mediación de la ONU.
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Londres comparte con Rabat la urgencia de alcanzar una solución definitiva al conflicto, y considera que es momento de “avanzar en este expediente en beneficio de las partes”, contribuyendo así a la estabilidad regional y a la integración económica.
Esta nueva postura británica refuerza el impulso diplomático internacional a favor del Plan de Autonomía marroquí y confirma el reconocimiento creciente de la soberanía de Marruecos sobre sus provincias del sur. Se inscribe en la continuidad de los esfuerzos diplomáticos impulsados por el Rey Mohammed VI para consolidar una solución realista, duradera y consensuada al conflicto regional.
