
Mientras las rutas humanitarias hacia Gaza permanecen prácticamente paralizadas, debido a bloqueos logísticos y tensiones persistentes, una iniciativa marroquí llama la atención. Impulsada personalmente por el Rey de Marruecos, esta operación humanitaria, discreta pero decisiva, logró hacer llegar asistencia concreta donde otros esfuerzos no han tenido éxito.
En un contexto marcado por la escasez creciente de ayuda y necesidades vitales urgentes, más de cien toneladas de productos alimentarios y médicos fueron entregadas a la población gazatí. Más allá del volumen, lo que destaca es la eficacia del dispositivo: la ayuda fue transportada directamente por avión y posteriormente distribuida en camiones, siguiendo un circuito ágil y seguro.

La operación se llevó a cabo en estrecha coordinación con las instituciones palestinas, en particular con la Media Luna Roja, y con la aprobación previa de las autoridades israelíes. Esta configuración, poco común, permitió una distribución digna, fluida y sin obstáculos, en un entorno sumamente complejo.
Fiel a su posición constante respecto a la causa palestina, el Reino de Marruecos actúa con coherencia y compromiso. El Rey de Marruecos privilegia la acción sobre el discurso, la solidaridad concreta por encima de la retórica. Esta iniciativa, reconocida sobre el terreno, confirma que aún es posible abrir caminos de humanidad donde muchos dudan en actuar.


