Este martes, el Pleno del Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular las reformas a la Ley General de Salud en materia de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, sobrepeso y obesidad.
Con estas reformas se busca que los consumidores hagan decisiones informadas en torno a su alimentación a través de la reducción de las brechas en el acceso a la información al volver posible la comparación entre productos alimenticios.
El dictamen obtuvo en lo general 115 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones. En lo particular, 80 legisladores votaron a favor, 28 en contra y cuatro abstenciones, ahora, este dictamen pasa al Ejecutivo para su publicación.
El presidente de la Comisión de Salud, Miguel Ángel Navarro, presentó el dictamen enviado por la Cámara de Diputados y explicó que con dicho documento se puntualiza que la promoción de la salud integra la alimentación, actividad física y la nutrición cuyos programas promoverán la alimentación nutritiva y deberán tener en cuenta las necesidades de la población.
Adicionalmente, con el dictamen se mandata a la Secretaría de Salud para el establecimiento de las necesidades nutrimentales que deban satisfacer los cuadros básicos de alimentos, evitando altos contenidos en azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
Otra de las medidas aceptadas es la exigencia de fortificar de manera obligatoria las harinas industrializadas de trigo y maíz, indicando los nutrimentos y cantidades que deberán incluirse.
“Este es un inicio, pero no es un fin. Estamos conscientes y responsables. Tenemos que insistir en una conducta, no solamente alimentaria sino educativa que forme una nueva cultura a niñas y adolescentes y adultos. Nunca es tarde para aprender en materia de salud. La obesidad infantil es culpa de los adultos, no de los niños. Con esta minuta, damos a penas un paso de mejoras necesarias para atender la amenaza más grande que hoy tenemos: la obesidad”. señaló Navarro
Por su parte, senadores del PAN y del PRI solicitaron que el análisis de esta minuta se pospusiera hasta que se tuviera la opinión de autoridades de la Secretaría de Salud, de Economía y de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
En reiteradas ocasiones, miembros de la comunidad médica así como organizaciones de la sociedad civil han manifestado su aprobación en torno a este etiquetado, que si bien, no es una solución en sí mismo, si ha tenido resultados exitosos en la disminución del consumo de alimentos chatarra en otros países, lo cual, a largo plazo, podría derivar en la disminución de los índices de sobrepeso y obesidad, particularmente en los niños.