La detección temprana del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) para un paciente asintomático inhibe el riesgo de la evolución a síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), esto le permitirá vivir hasta 50 años más, igual que una persona sana.
En este sentido se habla de que el tratamiento puede prevenir que el VIH destruya el sistema inmune y por ello se convierta en SIDA, el riesgo de contagio se presenta a cualquier edad, no sólo en jóvenes o adultos específicamente, recordar que la detección oportuna gracias a las pruebas que están disponibles durante todo el año en centros de salud y laboratorios, puede influir en una mejor calidad de vida, ya que los síntomas pueden aparecer hasta 10 años después.
En caso de que las pruebas sean negativas, ayudan a entender cuáles son los factores de riesgo y si es probable que en un futuro sea posible adquirir el virus, para entonces trabajar para disminuirlas.