La mañana de este viernes, un alumno de primaria en Torreón, abrió fuego dentro de las instalaciones de su escuela, como consecuencia de ello la maestra y el alumno atacante fallecieron, sin embargo, cinco personas más resultaron heridas por el fuego cruzado, aunque no hay una lista oficial se habla de otro maestro y cuatro compañeros menores de edad.
Estos hechos no han sido aislados, en México, en los últimos años se han presentado casos similares, en donde la intención inicial es terminar con la vida de la persona a cargo o que tiene la autoridad, el problema es que en el proceso, también otro menores han perdido la vida.
¿Qué pasó con los niños? Este tipo de fenómenos hablan de una sobreexposición de los menores a la violencia, no sólo de las representaciones que existen en películas o videojuegos, sino en el entorno inmediato que repercute en la forma en la que perciben el mundo y en la que aprenden a relacionarse con el otro. Es complejo decir que sólo se limita a un estrato social, porque de hecho, no es así.
Los niños sobreexpuestos a la violencia, tienden a presentar señales de criminalidad, actitudes o en menciones que aparecen en algún momento, por ello es de suma importancia estar atentos a cualquier cambio en los comportamientos o los productos que consumen.
El trasfondo de este tipo de acciones son más complejas de lo que parecen, no se puede limitar a mencionar de manera fortuita que son sólo reproducidas o aisladas, se debe de tener en cuenta las relaciones interpersonales y las relaciones familiares, pues son la base para su formación, además influyen de manera activa para las decisiones que llevan a los menores a realizar acciones tan fatales como lo es un tiroteo, en la mayoría de las ocasiones terminará en un suicidio en consecuencia por no saber cómo lidiar con las consecuencias de los actos.