Por Arantxa Ramírez.
Studio Ghibli arribó a Netflix y nos puede salvar en la cuarentena. Títulos como La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, El Cuento de la Princesa Kaguya y Mi Vecino Totoro, forman parte de la lista de películas que debemos ver durante la contingencia.
El estudio que nos regaló todas estas increíbles historias, comenzó su producción en 1985 con el largometraje Nausicaä del Valle del Viento (incluida en el catálogo de Netflix), sin embargo fue fundado un año después por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, junto con otros directores y animadores como Tomomi Mochizuki, Hiroyuki Morita, Yoshifumi Kondô – quien tristemente falleció en 1998, provocando el retiro del fundador Hayao Miyazaki – Hiromasa Yonebayashi y Gorô Miyazaki.
El estudio nos ha dejado ver aspectos importantes de la cultura japonesa, como el respeto por la naturaleza, ya que esta tiene un papel característico en cada historia, así como la importancia de la familia y la amistad. No sólo nos ofrecen historias que nos ayudan a escapar del mundo real, sino obras únicas en temas de diseño e ilustraciones.
El cuento de la princesa Kaguya (2013), es un ejemplo claro de toda la magia que poseen, relatando una historia popular del folklore japonés del siglo IX. La animación emula los antiguos lienzos de la cultura y en el 2014 fue nominada a los premios Oscar en la categoría Mejor Largometraje Animado.
Una de las películas más representativas del estudio es El Viaje de Chihiro (2001), que presenta la historia de una pequeña de 10 años viviendo en un mundo como el nuestro, pero el destino la lleva a atravesar desafíos y encontrarse con personajes míticos, como el Dios del Río, en un mundo fantasmagórico. La cinta dirigida por Hayao Miyazaki, ha germinado muchas teorías sobre su trasfondo, una de ellas sobre el discurso implícito de la pornografía infantil que acecha al archipiélago del pacífico, aunque el director nunca lo confirmó.
Las producciones que el estudio nipón obsequió al mundo cinematográfico, han dejado una marca en la historia del arte asiático; para poder entender y apreciar los filmes, hay que meditarlos, prestándoles todos los sentidos para que nos transporten a mundos que sólo ellos podrían crear.
Por último, para las mentes curiosas y apasionadas del tema, en 2013 fue realizado un documental que nos podrá dar detalles sobre el mundo que creó Estudios Ghibli: “The Kingdom of Dreams and Madness”, dirigido por Mami Sunada.
