La Garrapata Verde

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En estas épocas de cuarentena, la mente está trabajando distinto y se pone a pensar sobre temas poco comunes, al menos en mi caso. Los pensamientos me llevaron a investigar sobre flores, lugares, historia y animales, donde me quedé con uno en particular: las garrapatas.

Sí, suena asqueroso y seguro querrán dejar de leer, pero no, tiempo, ni les pondré imágenes de ese animal ni haré una descripción detallada. Un simple wikipediazo bastó para saber que el nombre real es ixodoidea, que forman parte de la familia de los ácaros, pero que las conocemos como garrapatas.

Estos animales buscan un hospedador, que puede ser otro animal o incluso el ser humano, los muerden y van chupando la sangre hasta que se llenan, lo cual puede tardar varios días.

Al leer este proceso, me llevó a pensar en que en la política existe una garrapata, la cual se ha adherido, desde sus inicios y hasta la actualidad, a otro más grande y lo va succionando hasta que se cansa o surge alguien mayor al que puede adherirse, esta garrapata la conoceremos como garrapata verde, en honor al Partido Verde.

El Partido Verde, según su historia, nace en 1979 como una Organización de Colonos en los pedregales de Coyoacán, para después dar paso a una brigada preocupada por la ecología y la pérdida de las áreas verdes. Para no hacer el cuento largo, en su página sólo hablan de la lucha por el registro y de sus logros como partido.

Si bien durante sus primeros años, el PVEM no fue una garrapata de nadie, competía por su cuenta, fue en el año 2000 cuando inició su proceso de partido a garrapata, al aliarse con el PAN en las elecciones federales. En el 2001 rompe su alianza con el blanquiazul, para dar paso a una alianza en el 2003 con el PRI, la garrapata se adhiere a alguien más.

Desde el 2003 al 2018, la garrapata verde se adhirió al PRI, se encargó de succionar cuanto pudo, aunque en 2006 no le haya ido bien, pero logró subir sus bonos y su presencia por estar pegado al partido tricolor, tan es así que en 2012 obtuvo su primera gubernatura, en Chiapas, donde pudieron iniciar una proyección de partido fuerte, mover los recursos a su antojo y creer que en 2018 iban a tener posibilidades para ir por su cuenta, la garrapata parecía haberse cansado de chupar la sangre a un PRI que ya agonizaba.

En 2018, con los nuevos resultados, la garrapata verde sabía lo que debía hacer. El PRI ya no tenía más para ofrecer, le había chupado hasta la última gota y vio que había un nuevo partido en el poder, que aceptaba a todos y no perdió la oportunidad de unirse, fue así como la garrapata verde se unió a MORENA.

Desde el inicio de la LXIV Legislatura, los discursos que antes escuchábamos de Arturo Escobar atacando a AMLO y a sus seguidores, habían cambiado radicalmente, llamando a la unión y a trabajar por México. La garrapata verde sabía como ganarse el favor del Presidente, había visto como varios saltaron al barco MORENA cuando los demás partidos se hundían.

Para afianzar del todo esta nueva relación, la garrapata verde hizo que diputadas y diputados de su partido se salieran para unirse al grupo parlamentario de MORENA. Ahora, la garrapata está tan afianzada que es invitada a las comidas y reuniones en Palacio Nacional.

NOTA LEGISLATIVA: Arturo Escobar fue de los grandes aplaudidores y defensores de todas las reformas que impulsó EPN y tanto criticó MORENA, como la energética y la educativa. Si no me creen, aquí les dejo una prueba: