El reto gerencial de Pemex: crisis y nuevos desafíos

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La caída de los precios del crudo, precipitada y agudizada por el conflicto entre Arabia Saudita, aunado al infructuoso pacto con la OPEP+, es un verdadero reto para las capacidades gerenciales de la Administración de Petróleos Mexicanos. Por un lado, para hacer un manejo inteligente de sus finanzas y de las prioridades de inversión, ante la drástica caída de los ingresos. Por otro lado, para poner en marcha una respuesta adecuada en el Plano Internacional, a pesar de las limitaciones propias de un operador con una producción en declive y un país con una relación ambigua frente a los países productores. (Tras la Reforma Energética, México se hizo miembro de la Agencia Internacional de Energía, creada para contrarrestar a la OPEP).

Ante la agresiva estrategia comercial implementada por Arabia Saudita, la Reacción de PEMEX Internacional, (cuya Naturaleza Jurídica es la de una Empresa Productiva del Estado Subsidiaria de Petróleos Mexicanos, una de las siete Empresas que fueron creadas a partir de la Reforma Energética), ha sido muy lenta. Más de una semana después del desplome de los precios del crudo, no se ha ajustado la variable “K” de la Fórmula de precios de la mezcla mexicana de exportación. Esta es justamente la variable que refleja la respuesta comercial a los vaivenes del Mercado Internacional, un manejo poco diestro de esta variable, podría resultar en una pérdida adicional del valor de la mezcla mexicana de exportación; Este riesgo se incrementa por el Despido injustificado de quienes concibieron, desarrollaron, aplicaron y modificaron la fórmula de precios; así como por la influencia que -sin tener facultades ni habilidades reconocidas en este tema-, ejerce la Directora del Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS).

Por otro lado, la disminución de sus ingresos podría debilitar la posición de PEMEX, que busca ser el operador en el proceso de unitización del campo Zama, el cual comparte con un consorcio privado liderado por las petroleras Talos y Premier. Diversas declaraciones a la Prensa dejan ver que este Proceso sigue siendo complicado, ya que PEMEX no pareciera estar listo para efectuar en su lado del campo, los trabajos necesarios para verificar la conductividad entre ambos bloques, que resulta indispensable para estimar la proporción correspondiente de reservas. El debilitamiento presupuestal de PEMEX podría retrasar aún más la realización de estos trabajos, en momentos en los que apenas hay una muy pequeña aportación adicional (unos 6 mil barriles diarios) de los 20 campos considerados prioritarios en el Plan de Negocios, y de los cuales solo 4 están produciendo.

En todo caso, la difícil negociación para unitizar el campo Zama, muestra una debilidad del diseño institucional de la Reforma Energética, que mantuvo en la SENER la Facultad de expedir lineamientos generales para la unitización de yacimientos, pensando sobre todo en los yacimientos transfronterizos; en lugar de trasladarle explícitamente a la CNH la capacidad de emitir la capacidad de emitir las regulaciones específicas, en la perspectiva de las asignaciones y licitaciones de contratos petroleros.

AGUDIZAMIENTO DE LA DISFUNCIONALIDAD INSTITUCIONAL.

Las dificultades financieras y operativas y operativas derivadas de la caída de los precios del crudo, podrían agudizar el conflicto entre la Dirección General de PEMEX y la Secretaría de Energía, que ha seguido escalando y empieza a tomar proporciones no vistas en esta, tradicionalmente difícil, relación entre la cabeza del sector y el operador petrolero.

De hecho, este conflicto ha llegado al punto de complicar el desarrollo mismo de las Sesiones del Consejo de Administración. En diciembre pasado, la propuesta de la Secretaría para modificar la microestructura de PEMEX dio lugar a un fuerte enfrentamiento verbal con la administración de la Petrolera, quien detenta por Ley, esta Facultad. Asimismo, La disputa entre el Director y la Secretaría, por la colocación de cuadros afines institucional al interior de la Petrolera, que dificulta el proceso de toma de decisiones y, por supuesto, su ejecución. No es extraño que en os niveles gerenciales se reciban instrucciones contradictorias como resultado de esta disputa.

En otro frente, el viernes 6 de Marzo, la Secretaría de Energía se presentó en las instalaciones de PEMEX en Coatzacoalcos y sostuvo una reunión de cuatro horas con el Gerente Regional de Recursos Humanos, exigiendo que se diera marcha atrás al despido de unos 50 ingenieros pertenecientes al Sindicato Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), que aglutina a profesionistas de PEMEX y en cuya formación, a fines del Siglo pasado, participó la Secretaría. El único acuerdo fue la revisión caso por caso de los despedidos, pero lo destacable en el inédito involucramiento directo de la Secretaría de Energía en un conflicto laboral de la Empresa Productiva del Estado.