“No nos despertaremos después del confinamiento en un nuevo mundo, será el mismo pero un poco peor”, mencionó el tan polémico escritor francés Michel Houellebecq, quien no espera que el mundo poscoronavirus sea distinto.
“No creo ni por un segundo en las declaraciones de tipo ‘nada será como antes’. Al contrario, creo que será exactamente igual”, reiteró en una carta leída en la emisora France Inter.
La epidemia del coronavirus “debería arrojar como principal resultado la aceleración de algunas mutaciones en curso”, en especial “la disminución del contacto humano”, argumentó el francés más leído en el extranjero.
“Sería falso afirmar además que hemos redescubierto o trágico, la muerte, la finitud”, escribió Houellebecq, opinando que la crisis “ofrece una magnífica razón de ser esta marcada tendencia: una cierta obsolescencia que parece golpear las relaciones humanas”.
La pandemia en Francia ha cobrado casi 25,000 vidas, por lo que el escritor confirma que “nunca antes la muerte fue tan discreta como en estas últimas semanas”.
El autor de Sumisión y El mapa y el territorio reiteró que “las víctimas se resumen a una unidad en la estadística de muertes diarias y la angustia que se propaga entre la población a medida que el número total aumenta tiene algo extrañamente abstracto.
“Otra cifra habrá cobrado gran importancia en estas semanas, la de la edad de los enfermos. ¿Hasta cuándo conviene reanimarlos, curarlos? ¿70, 75, 80 años? […] Nunca antes habíamos expresado con una indecencia tan serena el hecho de que la vida de todos los individuos no tiene el mismo valor”.
Francia contabiliza la cuarta cifra mortuoria más alta en Eiuropa, luego de Italia, Reino Unido y España. De las muertes que se han registrado hasta hoy, 15 mil sucedieron en hospitales y las restantes en centros de residencias para personas mayores. El número total de contagios ha llegado a casi 170,000.