Por Arantxa Ramírez.
«La peor lucha es la que no se hace».
El filósofo nació un 5 de mayo de 1818 en el entonces Reino de Prusia, donde ahora se ubica Alemania. Estudió derecho en la universidad de Berlín, para 1841 ya había finalizado su doctorado en filosofía en la Universidad alemana de Jena. En ese entonces la dialéctica de Hegel fue esencial para estructurar su pensamiento crítico. Posteriormente escribió para un pequeño periódico en Prusia, donde expresó críticas de los gobiernos europeos y habló sobre socialismo, por este motivo el periódico fue eliminado. En 1843 contrajo matrimonio con Jenny Von Westphalen.
Al convertirse en un demócrata y expresarlo públicamente en el pequeño diario de Prusia, se vio obligado a cambiar de residencia a París en el mismo año. Es en Francia donde conoce a Friedrich Engels, un colega filósofo que será un gran amigo para Marx. Es con Engels que escribe “El manifiesto comunista” en 1848, que tenía como contenido la visión de los filósofos de la lucha de clases, los efectos negativos del capitalismo, la industrialización y la búsqueda de igualdad social.
Después de publicar su obra, fue expulsado de Francia y se estableció en Londres; ahí desarrolló el libro “El capital”, profundizando sobre su estudio de la economía política clásica. Marx concretó que sólo el trabajo humano produce valor y expresa la injusticia que encuentra dentro del sistema económico capitalista. Desafortunadamente, Marx sólo vio la publicación del primer volumen de su libro.
«Dudo que nadie haya escrito tanto sobre el dinero teniendo tan poco», declaró el filósofo sobre su escrito.
Marx no sólo fue un pensador, también estuvo activo en la revolución obrera. Gracias a la Asociación Internacional de Trabajadores pudo impregnar al movimiento con sus ideales socialistas.
Marx tuvo 7 hijos de los cuales sólo 3 sobrevivieron a las condiciones de pobreza de su familia. Su esposa falleció en diciembre de 1881, dejándole un gran vacío en el pecho. La última etapa del escritor estuvo llena de complicaciones de salud, pues contrajo bronquitis y pleuresía. Finalmente falleció el 14 de marzo de 1883.
Su lápida se encuentra en el cementerio de Highgate, Londres. El epitafio “Trabajadores del mundo, únanse” es conocido mundialmente y se puede visitar la tumba del gran pensador alemán.