Elena Poniatowska: la princesa roja que narró México

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Por Arantxa Ramírez.

Una nariz respingada y sonrisa amplia, carga en las manos la historia del país que la adoptó. “Más mexicana que el mole”, la autora de novelas esenciales para entender México cumple 88 años.   

El 19 de mayo de 1932 nace Helène Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska Amor en París, Francia; llegó a la Ciudad de México a los 10 años, pero es hasta 1969 que obtiene la nacionalidad. Elena ya tenía una vida planeada por su familia, ellos son los que le dan el seudónimo de “La princesa roja”, pero ella se decidió por el periodismo. En 1953 comenzó a trabajar en Excélsior, se encargaba de redactar crónicas sociales y firmaba como Helène, es en esta época que se une al movimiento feminista. 

En 1955 publicó su primera novela Lilus Kikus y nace su primer hijo, producto de agresión sexual por parte del escritor Juan José Arreola. Tiempo después, Elena habló sobre el suceso en algunas entrevistas y dejó en claro que por la educación con la que contaba, no entendió lo que en el momento estaba pasando. Manejó con discreción el caso, pero también comentó que la denuncia es importante en un país donde se matan 10 mujeres a diario. 

“Creo que es muy importante proteger a las mujeres, sobre todo en México”, mencionó la escritora en la entrevista. 

Elena viaja a Polonia en 1965, en este viaje continua con su trabajo periodístico en Novedades. Enviaba constantemente crónicas cuestionando a la justicia y la moral establecida, es así que nace el lazo entre la novelista y México. El pensamiento que ahora vivía en ella se mezcló con las ideologías de Alberto Beltrán. El dibujante socialista y Elena publicaron Todo empezó en domingo.

En 1968, contrajo matrimonio con Guillermo Haro, tramitó su nacionalidad y escribió un reportaje sobre la matanza de los estudiantes para Novedades, pero nunca se publicó. También realizó una entrevista a Oriana Fallaci, quien resultó herida en la tragedia de Tlatelolco del 2 de octubre. Ninguno de los dos trabajos fue sacado a la luz. 

En 1969, presentó Hasta no verte Jesús mío. La obra nació de una entrevista con Josefina Bórquez, una lavandera con sabiduría deslumbrante. Este trabajo le valió el Premio Mazatlán de Literatura. 

En 1971, Elena retomó la crónica del 68 y publicó La noche de Tlatelolco, el ejercicio periodístico le da el premio literario Xavier Villaurrutia, otorgado por el presidente Luis Echeverría. La novelista lo rechazó, el argumento era “¿Quién va a premiar a los muertos?” 

Después llegó Querido Diego, te abraza Quiela (1978), la recreación de la relación entre Diego Rivera y Angelina Beloff, relatado en cartas y con el corazón en la mano. Asimismo, continuó su trabajo como cronista, relatando el terremoto del 85 y el conflicto en Chiapas. 

Elena escribió artículos, cuentos, novelas, poemas, entrevistas, prólogos y crónicas. En el 79 le otorgaron el Premio Nacional de Periodismo. En el 2011, el premio Biblioteca Breve por la novela Leonora y en el 2013 el Premio Cervantes. Elena es la cuarta mujer en obtenerlo. 

Una escritora que tendrá polvo en su biblioteca, pues nos ha regalado obras para la posteridad.