En 1969 Nueva York lanzaba un misil a las calles de la Gran Manzana. En el colofón de una década convulsa, contingentes de grupos segregados, conformados por homosexuales y lesbianas, tomaban las calles y organizaban la primera marcha. En ese entonces no era un orgullo, era la necesidad de emprender una lucha frontal de reconocimiento. Una lucha para exigir el cese del hostigamiento y los asesinatos motivados por la orientación sexual distinta a la heterosexual. Aquellos disturbios de Stonewall fueron el inicio de un movimiento que en pleno 2020 no ha terminado de cuajar.
En México, desde hace 41 años esta lucha se ha hecho visible. Fue el 26 de julio de 1978 cuando unas 10 personas salieron a marchar. Exigían: cese de redadas para «castigar» a homosexuales y lesbianas. Un año más tarde se organizaron mejor. Incluso, llegaron a las calles con un pliego petitorio. Breve, pero conciso. Exigían la erradicación de redadas. Libertad política como clave para una libertad sexual.
La deuda es mayúscula. Somos el único país de América del Norte donde no es legal, a nivel nacional, el matrimonio entre personas del mismo sexo. Es legal en diecinueve estados a nivel estatal y en algunos estados a nivel municipal.
#CiudadConDerechos
Quizá la entidad que más ha enarbolado esta causa es la Ciudad de México. Ahí, desde el 1 de diciembre de 2009 es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y en el transcurso de los años, los programas destinados a una comunidad cuyos derechos se han vulnerado no han hecho más que crecer.
Un ejemplo está en la Alcaldía Cuauhtémoc, epicentro de las actividades culturales de la comunidad LGBTI. De hecho, bajo el mandado de su actual alcalde, Néstor Núñez, se lanzó el «Programa económico para la atención emergente en materia de salud de las mujeres Trans”, el primero en América Latina. Este beneficia a 200 personas de esta comunidad mayores de 30 años, con un apoyo de 2 mil pesos mensuales.
El programa consiste en que las personas beneficiadas puedan atender de manera emergente sus afecciones de salud derivadas de infiltraciones químicas, tratamientos hormonales o enfermedades de transmisión sexual, además, podrán adquirir artículos de la canasta básica y realizar compras en tiendas de autoservicio.
En México se han ganado varios terrenos. Sociedades de convivencia. Matrimonio Civil Igualitario. Ley de identidad de Género. Incluso, a nivel administrativo se han creado direcciones de diversidad sexual, enfocadas en atender a personas pertenecientes a dichos grupos. Y ya la Constitución lo dijo: la discriminación por orientación sexual está prohibida.
En estados como Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Hidalgo, Michoacán, Nayarit y Puebla, está permitida el matrimonio gay la adopción para esas parejas.