Hace unos días, el canal de YouTube “Atypical Te Ve”, se vio envuelto en polémica debido a comentarios que hicieron el comediante Alejandro Quiroz y la influencer Gloria Lara sobre el caso Ayotzinapa y la desaparición de 43 estudiantes normalistas.
En el video Alejandro Quiroz habla sobre cómo pueden burlarse sobre cualquier cosa “y no pasa nada” para después agregar que puedes “burlarte de los 43, aquí tenemos antecedentes de que no pasa nada si te burlas de los 43″. A esto, Gloria Lara comenta que “qué padre programa, me gusta, me gusta”, aludiendo al hecho de que pueden burlarse sobre cualquier tema sin recibir consecuencia alguna. El resultado de esto fue completamente opuesto a lo que ambos pensaban.
El dueño del canal y publicista Carlos Alazraki lanzó un comunicado para dar conocer que ambos fueron despedidos y no volverán a colaborar con el canal. En redes sociales, los comentarios de Quiroz y Lara también fueron criticados después de que saliera la noticia sobre su despido. Incluso, varios usuarios en Twitter pidieron a TikTok Latinoamérica que la imagen de Lara en dicha red social, ya no fuera usada como publicidad de la compañía.
Cultura de Cancelación …¿igual a censura?
Probablemente, y para sorpresa de ambos personajes, no solo perdieron su trabajo sino que también fueron sometidos a la Cultura de Cancelación que invade a las redes sociales hoy en día. Todavía, un tercer invitado en el video, comenta después de los comentarios de Quiroz y Lara que a él “no lo pueden cancelar, porque si no faltan 44”, refiriéndose nuevamente a los 43 normalistas desaparecidos.
Pero, ¿qué significa en realidad ser “cancelado”?
El término “cancel culture” es bastante reciente y parte de la cultura pop de hoy en día. Según Insider, la cultura de cancelación empezó a tomar forma en el 2017 cuando la gente comenzó a “cancelar” en redes sociales a celebridades por comentarios o comportamientos inapropiados.
El término fue agarrando vuelo cuando videos, tweets o entrevistas de celebridades haciendo comentarios políticamente incorrectos comenzaron a reaparecer en las redes, pidiendo que fueran cancelados. Como en el caso del comediante Kevin Hart, cuyos tweets homofóbicos fueron encontrados por usuarios de Twitter que se opusieron a su participación en los premios Oscar en el 2019. Hart renunció a presentar los premios y también culpó a la cultura de cancelación por esto.
¡Cancelados todos!
“Cancelar” ya no solo se limita a artistas y celebridades, sino que ahora también desde políticos hasta personas comunes y corrientes. Este concepto apenas comienza a manifestarse en México, cómo lo fue en el caso del senador y candidato Samuel García después de hacerle comentarios machistas a su esposa en un live de Instagram.
En realidad, esta cultura de “cancelar” no ha tomado fuerza en México como la que se puede ver en otros países como Estados Unidos. Esto no significa que sea bueno o malo, pero lo que es claro, es que tienen que existir consecuencias para ciertas acciones y comentarios que desprestigien una tragedia como lo fue el caso Ayotzinapa. Hasta el Museo Memoria y Tolerancia emitió un comunicado en redes sociales, solidarizándose con los familiares de las personas desaparecidas en nuestro país.
Cada vez más, los jóvenes, quiénes encabezan estas prácticas de cancelación y rendición de cuentas, se han levantado en redes sociales para condenar acciones y comentarios “políticamente incorrectos” para que así los culpables, asuman la responsabilidad de esto.
Hoy en día, hacer comentarios machistas, homofóbicos, racistas o clasistas o cualquier discurso de odio, no son permitidos en la era del internet. Claro que cuando esto es llevado al mundo real, no todos se atienen a las consecuencias, pero podría decirse que la respuesta de Alazraki fue correcta.