“Detrás de mí la noche” es un unipersonal que transita en la intimidad de lo familiar; recuerdos, baúles y viajes al extranjero llevan al espectador a Viena, España, Uruguay, Argentina para finalmente aterrizar en México.
Gustosa de regresar al teatro presencial -su segundo hogar- la primera actriz habla sobre su más reciente proyecto.
En esta ocasión, Verónica Langer atiende la entrevista en uno de los lugares más emblemáticos para los actores mexicanos: la ANDA. Y entre el ir y venir de los pasos que se escuchan a través de la pantalla de su teléfono, la videollamada me permite platicar con ella sobre la obra recién estrenada el pasado lunes 12 de abril: “Vamos a estar en el Foro La Gruta, estamos entusiasmados. Es una mezcla de sentimientos […] da un poquito de nervio, pero se hace con las medidas de seguridad, así que todo va a estar bien”, detalló la actriz.
Con Detrás de mí la noche estrenada originalmente en el 2019, la intérprete se adentra en la historia personal de los Langer. Sus padres, vieneses, emigraron a causa del nazismo, aunado a su origen judío e ideología política. Acerca de estas vivencias que llevaron a Marie y Max Langer por recorridos inimaginables, la actriz relató que estos datos nunca fueron desconocidos por ella ni sus hermanos. Su madre, una pionera en el campo del psicoanálisis y la relación intrínseca con la sexualidad femenina, relató en su autobiografía estos exilios constantes que su participación política desencadenaron.
“Empezaron a surgir nuevos elementos, datos, situaciones muy traumáticas […] como cualquier historia familiar donde hay silencios y más al estar atravesadas por un hecho tan fuerte como la Segunda Guerra Mundial”, y agregó, “no es que mi madre no contara, pero lo hacía de manera más amable […] me recuerda a la película “La vida es bella” este proceso”.
Rompecabezas conexo
Fue así como, partiendo de piezas inconclusas, la actriz comenzó un recorrido personal y de búsqueda que la llevarían a contactar con un investigador que se encontraba llevando a cabo un estudio sobre su madre. La comunicación que comenzó por correos electrónicos le proveyó de registros familiares hasta metamorfosear en la necesidad de trasladarse a Viena, para recorrer sus calles y edificios personalmente.
En este laberinto de reconstrucción histórica, la actriz conoció la existencia de Margareta Glas-Larsson, una tía de 110 años, cuya identidad desconocía: “Llegué a esa tía por ese amigo investigador. Ella escribió un libro llamado “I want to speak”, que es un poco lo que le da origen a esta historia, es como si fuera yo a Viena a la presentación de este libro”. Y acerca de su experiencia por territorio vienés contó, “las dos veces que fui he estado presente, pero platicando con los fantasmas […]”.
Primera actriz debuta en lo independiente
Apoyada por la labor investigativa, la intérprete que también escribe contactó con el dramaturgo mexicano, Noé Morales, y en un trabajo que ella denomina “de a cuatro manos” la historia cobró vida en papel. Con una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) para Creadores Escénicos, así como talleres de escritura para desarrollar el género en dónde se inserta la obra, el bio drama, Langer decidió lanzarse al mundo del teatro independiente.
Pero ¿cómo protagonizar una obra entretejida con experiencias de seres amados? La primera actriz explicó que la puesta en escena no está concebida para ser una sesión de psicoanálisis, pero sucesos hechos ficción.
A por la eternidad…y los migrantes
La temporalidad de la obra pareciera ser eterna, puesto que al exponer un exilio particular surge en la mente del espectador la historia de tantas otras: “Podría parecer un capítulo cerrado, pero todavía hay crímenes de odio, porque la inmigración es una realidad constante en la historia de la humanidad […] están los mexicanos en Estados Unidos, los que huyen de África o la gente que encuentran en las costas de Italia”.
“Yo lo cuento a mi manera gozándolo sino sería un martirio, envuelta en el teatro que a mi me apasiona”, explicó Verónica.
Escenografía que reconstruye muchas vidas
La escenografía, a cargo de Ingrid Sac y Daniela García, se compone de elementos que permiten a Verónica Langer visualizar los diferentes pedazos de su vida. Mediante una mesa con un mapa, la puesta en escena tiene como consigna reconstruir ese rompecabezas que finalmente “no termina por unirse”. Porque “así somos los que tenemos un origen múltiple”. Fotografías antiguas, imágenes de edificios, iluminación, videos y música acompañan el monólogo que pasa por momentos alegres y chuscos para explicar el choque cultural y de reflexión. Acerca de esto, Langer define a la obra como una oportunidad para hablar sobre el origen y cómo continuar -en lo familiar- con un trabajo memorístico para no olvidar.
“Los que llegaron antes que nosotros se van […] y de pronto dices, ¿por qué no pregunté? Vivimos pensando que ahí van a estar siempre […] el tema de la vida familiar a mí me importa, en ese sentido puede tocar muchas fibras”, rememora con cierta añoranza.
«Tal vez soy una persona diferente, es importante conocerse a uno mismo, ubicarse»
Desde el estreno de la obra, que incluso pasó al formato de streaming en diciembre pasado, la actriz compartió que aunque las heridas no se cierran del todo este monólogo ha contribuido a entender su historia familiar: “Tal vez soy una persona diferente, es importante conocerse a uno mismo, ubicarse”, concluyó.
Detrás de mí la noche actualmente se encuentra en cartelera y Verónica Langer invita a los amantes del teatro, así como a los que por primera vez se acercan a éste, a reencontrarse, aunque sea por un período breve. Una apuesta interesante en esta reapertura teatral. Obra que es un canto a la vida y la historia.
Detrás de mí la noche
¿Dónde? Centro Cultural Helénico, Foro la Gruta
¿Fecha? 12 de julio al 10 de agosto
¿Horario? Lunes y martes a las 20:00 horas
¿Costo? $260
Escriben: Verónica Langer y Noé Morales muñoz
Dirige: Juan José Tagle Briseño
Actúa: Verónica Langer