EE.UU. realiza primer juicio exitoso contra traficante de armas a México

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Andrew Scott tiene 47 años. Hasta antes de septiembre del 2019 se dedicaba a ensamblar y traficar verdaderos arsenales automáticas. Luego, los enviaba a los cárteles del Noreste (CDN) y Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Al ser detenido y juzgado, Scott se declaró culpable de conspiración de tráfico de armas de fuego en el que sería el primer enjuiciamiento exitoso en Estados Unidos por la exportación y fabricación de armas de fuego para cárteles mexicanos. Esto, como parte de la Operación Martillo Thor, que se ha configurado como un esfuerzo para terminar con el acceso de los grupos del crimen organizado en México a armas de fuego de alto calibre.

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) Scott Pierson, originario de Oklahoma “se declaró culpable de su papel en una conspiración que resultó en el tráfico de armas de fuego a los cárteles mexicanos como parte de la Operación Martillo de Thor».

En los próximos días, el juez federal de distrito Brian S. Miller, dicte la sentencia contra Pierson que podría alcanzar los 20 años tras las rejas.

En un comunicado del DOJ, difundido en México por la embajada de Estados Unidos, se refirió que en mayo de 2017, un residente de Arkansas recibió un envío de componentes de armas de fuego que le habían enviado para cerakoting, que es un proceso para agregar un recubrimiento de polímero-cerámica a un arma de fuego o sus partes para mejorar la durabilidad.

De acuerdo con la información, las piezas recibidas por el residente eran receptores inferiores en un 80 por ciento de Colt, por lo que esta persona reconoció se trataba de partes falsas y se puso en contacto con la policía.

“Los receptores falsificados se rastrearon hasta una organización en Laredo, Texas, que transportaba piezas de armas de fuego a Pierson en Nuevo Laredo, Tamaulipas, México. Peirson ensambló las piezas en armas automáticas en funcionamiento para el CDN y CJNG”.

Scott Peirson admitió haber pedido y recibido piezas de armas de fuego de Estados Unidos y haber fabricado armas automáticas en México para las organizaciones criminales referidas, dos de las más poderosas y con gran potencial de armamento.

“Las fuerzas del orden confirmaron más tarde que la disponibilidad de armas de fuego del cártel se vio afectada tras el arresto de Pierson”.