El adiós a los cigarrillos electrónicos, la supuesta alternativa al consumo del tabaco

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La prohibición de los productos emisores de humo por la COFEPRIS ha provocado el descontento de los consumidores y vendedores. «El saber que no tengo acceso, más me hace quererlo», asegura una consumidora de este producto.  

Por María José González y Jacob López

Mientras en la República Mexicana se prohíbe la venta y consumo de productos de tabaco calentado tras las supuestas repercusiones a la salud, en países como Estados Unidos y Canadá, estos artículos están a disposición de los consumidores como un medio para la suspensión paulatina del tabaco. Las restricciones impuestas por el Estado mexicano han causado revuelo en los productores, vendedores y consumidores. 

Durante años, la lucha contra el consumo de tabaco en México ha sido un conflicto constante que ha evolucionado. Con el fin de hacer frente a la problemática, en 2004 se realizó una reforma a la Ley General de Salud que prohibió la publicidad en torno al tabaco en radio y televisión. 

Cuatro años más tarde se vetó la publicidad, patrocinio y promoción de este producto en anuncios al aire libre, vallas publicitarias, radio y televisión. Sin embargo, pese a las restricciones particulares al producto denominado como cigarrillo, surgieron nuevas alternativas que prometían ser una opción más factible: los vapeadores.

¿De qué está compuesto el líquido de los vapeadores? Bueno, éste se forma de cuatro sustancias: la glicerina, propilenglicol, nicotina y saborizante. La glicerina vegetal usada en los vapeadores, supone el 80% del líquido; aunque ésta proviene de aceites vegetales, es en realidad un tipo de alcohol categorizado como seguro al inhalarse. El propilenglicol, al igual que la glicerina, es un tipo de alcohol inodoro, que, a diferencia del primer componente, no provoca nubes de humo magistrales.

Luego la nicotina, el componente clave que confiere a los vapeadores la oportunidad de obtener un sustituto de los efectos  de los cigarros convencionales. Por último, y el factor posiblemente más atractivo de estos productos: el saborizante o aromas. 

A raíz de los saborizantes o aromas, fue que Adahir comenzó con los vapeadores. Según relató el joven de 20 años, él nunca había fumado cigarros convencionales; sin embargo, su curiosidad por los olores y los sabores de estos productos lo llevaron a convertirse en un vapeador.

La reacción de los vapeadores

Luego de la publicación del decreto que prohíbe la circulación y comercialización de vapeadores y cigarros electrónicos por considerarlos nocivos para la salud, tanto comerciantes como consumidores, quienes en principio habían pedido su regulación y no prohibición, se manifestaron el 03 de junio de 2022 en frente de las instalaciones de la  Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en la Ciudad de México pronunciándose contra la prohibición de estos dispositivos.

Jenny comenzó fumando cigarrillos convencionales. Tras unos años descubrió a los vapeadores. Ella describe que inició como un elemento de convivencia en su círculo cercano de amigos. Dentro de los elementos más llamativos incluye el precio, la permisividad que existía para fumar en cualquier sitio, y la disminución de nicotina al compararlos con los cigarros normales.

Al preguntarle sobre las restricciones de la COFEPRIS, Jenny expresó que el uso de vapeadores en su vida, es una decisión que no repercute a terceros, “No le afecta a nadie. Ni siquiera es humo que huela feo. No estoy molestando a nadie”. 

Aunque la comercialización de estos productos esté prohibida en México, Jenny asegura que las restricciones no le representan un impedimento para adquirir cigarros electrónicos, dado que ella buscará un proveedor externo y fumará en espacios privados. Asimismo, afirma que la prohibición de la comercialización de estos productos provoca que ella los desee con más intensidad. En palabras de la entrevistada: “El saber que no tengo acceso, más me hace quererlo”.

La entrevistada declaró que la prohibición total de la comercialización de estos productos fue una medida extrema. En cambio, ella piensa que una alternativa para evitar que los menores accedan a estos productos sería restringir la edad para su consumo-acceso, así como la intervención de la misma sociedad ante el incumplimiento de esta norma. «Las personas que no sean los papás de los niños, o los tíos o familiares, es decir, personas ajenas puedan decir, oye no puedes fumar eso y quitárselo», afirma. 

Tras la emisión de alerta máxima por la COFEPRIS el 19 de mayo de este año y el decreto presidencial firmado el 31 de este mismo mes, 500 vapeadores se manifestaron el 03 de junio frente las instalaciones de la alcaldía Benito Juárez. 

Según el artículo publicado por Infobae, en compañía de coordinadas nubes de humo, los manifestantes repetían las siguientes frases: “aplaudir, aplaudir, COFEPRIS se va a morir”, “Gobierno opresor, respeta mi vapor”, Regulemos el vapeo ya”, “Yo vapeo, yo voto”, “El vapeo no es tabaco”, “Vapear no es fumar”. Asimismo, los vapeadores reprochaban que los vaporizadores a diferencia de los cigarrillos convencionales conllevan ventajas como el precio, durabilidad y beneficios bucales, como la ausencia de mal olor. 

 

Manejo de vapeadores en Estados Unidos y Canadá

Por otra parte, la prohibición de cigarrillos electrónicos no es la única medida en la lucha contra el tabaco. En algunos países de Norteamérica, la solución al problema se enfoca en la venta de cigarrillos electrónicos sin sabor o restricciones en cuanto al medio de compra. 

Estados Unidos permite la venta de vapeadores, aunque hay restricciones de la venta de cigarrillos electrónicos con sabor y en línea en distintos estados. De acuerdo con un artículo publicado por Vaping 360, los estados que impiden la venta de cigarrillos con sabor incluyen a Hawái, Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Rhode Island y California, a partir de noviembre de este año. Por otra parte, los estados que prohíben la venta en línea de estos productos son: Arkansas, Nueva York, Maine, Dakota del Sur, Oregón, Vermont y Utah. 

Sin embargo, con la finalidad de disminuir la propensión de adicción a estos productos, la FDA propone una regulación que reducirá la nicotina de estos productos y se buscará eliminar el sabor mentolado. 

Igualmente, en Canadá se permite la venta de cigarrillos electrónicos con o sin nicotina, con la finalidad de ayudar a los consumidores a dejar paulatinamente el cigarro. Sin embargo, el gobierno canadiense se encuentra en proceso de establecer regulaciones formales a estos dispositivos, como la congruencia entre el contenido real de nicotina en un producto y el porcentaje indicado en el etiquetado. 

De acuerdo con Canada Vapes a diferencia de México, el gobierno canadiense  permite que sus ciudadanos adquieran estos productos al cumplir con algunos requisitos, como son la mayoría de edad, vapear en espacio abiertos y lejos de menores, así como permitir el vapeo en horarios específicos; reglas generales que pueden variar ligeramente dependiendo de la provincia. 

Sin embargo, ya hay algunas provincias que, con el fin de desmotivar a los jóvenes a adquirir estos productos, prohíben la venta de cigarrillos electrónicos con sabor o aroma. De acuerdo con Rob Cunningham, el principal analista de políticas de la Sociedad Canadiense del Cáncer, la gran variedad de sabores en el mercado ha generado una gran problemática: «Un factor realmente importante que contribuye a que tantos jóvenes vapeen, es la disponibilidad generalizada de frutas, dulces y otros sabores», comentó. 

Por ello, algunas provincias han comenzado a prohibir la venta de vapeadores con sabores.  De acuerdo con un artículo publicado en CBC News en este año, tal es el caso de Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y posiblemente, los Territorios del Noroeste (NWT). Mientras que Ontario y Columbia Británica han restringido dónde se pueden vender estos productos. 

 

México no es el único país en LATAM con estas medidas

De acuerdo con el sitio web Campaign for Tobacco-Free Kids (Campaña por Niños Libres de Tabaco), son varios los países en América Latina en los que los cigarrillos electrónicos están prohibidos o restringidos por resoluciones, decretos o leyes de cada región. Brasil, Argentina, Panamá y Uruguay son algunos de estos. 

En estas naciones las sanciones no tienen prohibiciones absolutas de uso, pero sí de venta y promoción.  Un ejemplo de esto es Brasil, en donde en 2009, a través de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, se prohibió la importación, comercialización y propaganda de cigarrillos electrónicos, además, se limitaron las solicitudes de registro de este tipo de productos solo a temas de presentación y aprobación de estudios toxicológicos y científicos, evaluación del riesgo de salud y comprobación de no contaminación.

A nivel mundial, de acuerdo con la Global Tobacco Control (Control Mundial del Tabaco), hasta finales del año pasado fueron identificados 109 países u otras jurisdicciones que regulan o prohíben los cigarrillos electrónicos. Entre estos se encuentran Uganda, Australia, Egipto, Estados Unidos y Singapur. Estos dos últimos tienen contrastes muy diferentes, pues mientras que en Estados Unidos su uso y comercio son legales, en Singapur estos productos están completamente prohibidos, a tal punto que la posesión y comercialización de estos es considerado un delito.

En algunos de estos países y otros alrededor del mundo, las leyes establecidas por las autoridades son ignoradas mediante el comercio ilegal de estos productos y/o establecimientos de mercados negros, mientras que en otras se hacen cumplir a través de sanciones económicas, retiro y/o retención de productos, entre otras acciones.

El negocio del vapeo en México

De acuerdo con un comunicado de riesgo a la población emitido por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), 975 mil personas de la población entre los 12 y 65 años en México utilizan vapeadores o cigarrillos electrónicos. Asimismo, se menciona que alrededor de otros cinco millones de personas los han usado en alguna ocasión.

Considerando los datos anteriores, que el costo promedio de estos productos es de $300 y que su duración estimada es de una semana, por periodo mensual, las ganancias de este tipo de productos ascienden a más de mil millones de pesos ($1,000,000,000) únicamente en territorio mexicano.

Esta suma es estimada y puede llegar a variar, pues antes de la prohibición de su comercialización, era posible encontrar productos de este tipo que iban desde $150 hasta aquellos con mayor valor adquisitivo con precios de $3,000 e incluso $4,000. A pesar de tener el mismo fin, factores como el olor, sabor y experiencia eran los que hacían que el precio se viera modificado.

Ahora, si el número de personas mencionadas en el comunicado fueran consumidoras de humo de tabaco, considerando que la cajetilla de cigarros tiene un costo aproximado de $50 y, al igual que el cigarrillo electrónico, se consume en una semana, por periodo mensual, las ganancias de este tipo de productos ascenderían a $195,000,000 de pesos, casi un 20% del valor total de los ingresos del cigarrillo electrónico.

“Deja buenas ganancias”: vendedor de vapeadores

Aún a pequeña escala, la venta de vapeadores representa un negocio muy ventajoso. Tenemos el caso de un vendedor local, quien por cuestiones de privacidad será denominado Francisco. Él se adentra en el negocio de venta de vapes a través de su hermano. Según relató, la venta de vaporizadores es un negocio muy lucrativo. Tras unos años de operación, su consanguíneo le dejó la “empresa” tras un viaje. Fue entonces que Francisco empezó a administrar el negocio ubicado en Guadalajara. 

Su modelo de negocio se centra en acoplarse a las necesidades de sus clientes, al grado que entregan sus productos a domicilio. Su cadena de suministros comienza en el Estado de México, con su proveedor. Tras la selección de los clientes, estos productos se envían a Guadalajara, donde el abuelo de Francisco se encarga de hacer las entregas. 

De acuerdo con el vendedor, sus principales compradores son jóvenes; sin embargo, parte de su ética empresarial, excluye la venta a menores de 17 años. En palabras del comerciante, “Vendemos a partir de 17 u 18 años. Ya mayores de edad. La verdad tenemos una hermanita y hay mucha mala influencia. Nosotros no promovemos el consumo, solo vendemos”.

Al preguntarle sobre las restricciones recientemente emitidas, Francisco expresó sentirse sorprendido y al mismo tiempo, frustrado:

No la vimos venir, sí nos dificulta bastante. Entiendo que el vaporizador es pésimo, pero de todas formas se siguen vendiendo cigarrillos y son incluso peores, creo yo. Todavía se venden sustancias embriagantes y pues, también nocivas para la salud de forma pública. Entonces, ir por los vaporizadores siento que es irrelevante. Para eso, quiten de la venta los cigarrillos, la cerveza y todo eso.

Tras las limitaciones de la venta de estos productos, Francisco resalta que los consumidores están haciendo compras de pánico; “Ahorita la gente está comprando como medio de urgencia.” El vendedor afirmó que su negocio aún sigue en pie por el momento. Aunque no sabe con certeza hasta cuando pueda mantener sus operaciones, “No queremos que esto muera, la verdad deja buena ganancia.”

Afectaciones a la salud

De acuerdo con un informe publicado por el Ministerio de Salud español en 2022, aunque los cigarrillos electrónicos sean un producto relativamente nuevo, existen estudios que prueban sus efectos dañinos a corto plazo tras la exposición de su aerosol. 

Al igual que la alerta emitida por la COFEPRIS en mayo de 2022, el Ministerio español afirma que, tras el consumo de cigarrillos electrónicos, se presentan afectaciones fisiológicas en las vías respiratorias y  posibles intoxicaciones. Por otra parte, el Ministerio advierte que el uso de estos artículos produce emisiones de propilenglicol, nicotina y partículas PM2.5, las cuales, pueden llegar a contaminar espacios cerrados; lo anterior, presenta un consumo pasivo de estas sustancias.

Sin embargo, hay otro factor que puede dañar la salud de los consumidores: los ingredientes. Los vapeadores contienen un líquido, el cual se compone principalmente de nicotina, glicerina y propilenglicol. El consumo oral de estos últimos compuestos se considera inofensivo, dado que se encuentran en varios productos alimenticios. Empero, al pasar por un proceso de combustión se emiten compuestos como el formaldehído, acroleína y acetaldehído, es decir, sustancias cancerígenas y mutagénicas. 

Entonces, el consumo de estos productos sin nicotina aún presenta riesgos a la salud del consumidor. Por su parte, la nicotina también es otro componente carcinogénico; lo anterior, puesto que este componente se desintegra mediante nitrosaminas, sustancias que pueden incrementar el riesgo de algunos tipos de cáncer en seres humanos.

En una entrevista con la doctora Guadalupe Ruvalcaba con respecto a los riesgos a la salud que el consumo de cigarrillos electrónicos podría traer, destacó que no solo los pulmones se podrían ver afectados por el consumo de estos, sino que también puede haber afectaciones cardiacas e incluso neurológicas. Del mismo modo, explicó como las afectaciones tanto del cigarrillo convencional como del cigarrillo electrónico son similares a pesar de lo que muchos creen.

Fíjate que al principio se pensaba que era más dañino el que se usara el tabaco. Supuestamente uno de los planteamientos por los que sacaron esto del cigarrillo electrónico era para ayudar a que se dejara el tabaquismo poco a poco, pero ya comparados los daños, se vio que, por lo menos médicamente, que los de ambos productos son bastante similares.

Del mismo modo, enfatizó en el consumo de cigarrillos electrónicos por parte de la población menor de edad y su desinformación con respecto a estos.

Esta alternativa fue en parte contradictoria porque con la población adolescente esto del vapeador se manejó como si el consumo de estos productos no trajera ninguna repercusión consigo ya que es un humo que supuestamente no hace daño. Igualmente, el consumo de estos trajo una aceptación social en ciertos círculos en los que los chavitos quieren aparentar que están fumando; ahí fue donde se perdió como el esquema inicial de estos productos.

Asimismo, la Dra. Ruvalcaba mencionó que las afecciones provocadas por el consumo de estos productos pueden verse agravadas por la edad del consumidor.

En niños y adolescentes, la complicación se encuentra en que sus organismos no están completamente desarrollados. Sus sistemas respiratorios y cardiológicos no están preparados para recibir todas estas toxinas. Por otro lado, en adultos, son pacientes que ya tienen alguna enfermedad crónico-degenerativa, es decir, como diabetes, hipertensión, enfisema, etc. Entonces, lo anterior también influye en que comiencen con el uso de estos productos o lo combinen con el tabaquismo y agrava más esta afección crónico-degenerativa. 

Tras la publicación de la alerta por la COFEPRIS y otros recursos que se han publicado acerca de las consecuencias del uso de vapeadores, se conoce acerca de las consecuencias en fumadores activos. Sin embargo, no se toman en cuenta los daños que provoca la combustión de estas sustancias a la salud de terceros o fumadores pasivos.

Desafortunadamente, se producen las mismas repercusiones que en un fumador activo. De hecho, con el tabaquismo, yo tengo pacientes donde se ven afectados al parejo, tanto los activos, como los pasivos. Al final, es lo mismo, es decir, la inhalación, aunque no sea directa, toda la nicotina va directamente al organismo. Entonces, la afectación de los pasivos es también sumamente significativa. 

Se conocen las consecuencias del simple hecho de fumar cigarrillos. Empero, el consumo de estos productos puede representar un mayor riesgo, dependiendo de su procedencia.

Posiblemente. Si de por sí, un vapeador de “marca” no es nada saludable por todas las sustancias bioquímicas que se generan, imagínate uno clandestino, que quién sabe con qué esté diseñado, con qué materiales, bajo qué normas. Si los otros no estaban correctamente regulados por la COFEPRIS, uno clandestino no tiene ninguna regulación, por ningún sistema. 

Por otra parte, la especialista en salud mental ligó el vapeo con el desarrollo de otro tipo de adicciones.

Considero que sí. Lo que uno quiere con una adicción, la que sea, es un bienestar. Por ello, si esto te genera cierto placer y si esto te incluye socialmente, especialmente hablando de jóvenes, pues eso te lleva a que se inicie con el vapeo, luego el tabaquismo y a partir de ahí, posiblemente el alcohol; de ahí parece sencillo, inclusive, por la idea de que éstos no tienen consecuencias. Sin embargo, sus repercusiones son visibles a largo plazo.

En cuanto a la manera en la que la COFEPRIS emitió sus restricciones, la Dra. Ruvalcaba comentó lo siguiente:

No entiendo cómo se dejó, desde un inicio, que estos productos se adquirieran y consumieran con tanta facilidad. Provocando que los jóvenes, compraran estos productos a diestra y siniestra. Sí hubo mucha presión social y el área médica, en cuanto a los daños que causan y en algunos casos, a muy corto plazo. Por ello, desde una visión más integral, es decir, como persona, médico y mamá, considero que las restricciones son oportunas.

«A pesar de las alertas sanitarias, estos productos se seguían usando y comercializando»

Claudia Rodríguez, de la línea de atención de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) resolvió dudas vía telefónica con respecto a lo establecido en el decreto de prohibición de comercialización de vapeadores, resultados esperados y  posibles percances que se podrían llegar a presentar.

Con la prohibición de importación y posterior comercialización de los vapeadores en el país, se puede recurrir a la venta ilegal de estos productos con tal de no perder una fuente de ingresos. Ante esto, la licenciada Rodríguez aclaró que al nunca haber una autorización de venta para con estos productos, su venta era ilegal y que no se permitía su comercialización y/o consumo pues, como se había indicado en la alerta sanitaria, esto era dañino para la salud.

Como lo indica la misma alerta sanitaria, se llevarán medidas a cabo para que se pueda evitar la comercialización y se aplicaran sanciones económicas e indemnizaciones de los productos a los establecimientos que vendían este tipo de producto, cosas que anteriormente se venían haciendo. Comentó la licenciada Rodríguez.

Dado que la venta de vaporizadores representa un negocio lucrativo, los comerciantes de estos productos pueden estar dispuestos a lo que sea, con la finalidad de permanecer en el mercado. Ante lo anterior, la licenciada Rodríguez recalcó que la situación no representaría una novedad y que es una posibilidad que se recurran a medios ilícitos, como su existencia en el mercado negro. 

“Como todos los productos puede llegar a existir este mercado negro y otras cosas, pero pues el deber ser es que no deberían ser comercializados este tipo de productos”

A través de un informe sobre los progresos en la lucha contra la epidemia de tabaquismo, la Organización Mundial de la Salud determinó que más de la mitad de la población está protegida por al menos una de las medidas del Monitor, Protect, Offer, Warm, Enforce , Raise (MPOWER), un plan que lucha contra la epidemia de tabaquismo, mediante un paquete de políticas de control del tabaco. 

Consumidores menores de edad 

A pesar de los avances en esta lucha, la OMS destaca que hay nuevos productos de tabaco y nicotina, que representan un nuevo riesgo: el consumo de estos productos por menores de edad. De acuerdo con su informe de 2021, los sistemas electrónicos de administración de nicotina, vaporizadores, toman a niños y adolescentes como público meta, y hacen atractivo el producto mediante los aromas o sabores. Lo anterior, incrementa la probabilidad de que los menores que consumen estos productos sean tres veces más propensos a consumir tabaco durante su adultez.  

Un problema con el vapeo es que las personas menores de edad pueden escuchar que fumar este tipo de productos no es tan malo para su salud como fumar cigarrillos convencionales y pensar que no hay afecciones graves a su salud.

Un estudio de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, dio a conocer que aquellos menores de edad que vapeaban, sin haber consumido antes cigarrillos convencionales, tenían cuatro veces más probabilidades de “alejarse de la percepción de que los cigarrillos representan un gran riesgo de daño”. Del mismo modo, los resultados de este estudio pudieron demostrar cómo los adolescentes que vapean tienen más probabilidades de empezar a fumar cigarrillos convencionales.

Este estudio también señala que fumar no ha dejado de verse como algo “genial” que la gente hace y que tanto series como películas plantean. Además, se menciona que JUUL, una marca de cigarrillos electrónicos ha cambiado su mercadotecnia y publicidad para hacer del vapeo “algo aún más genial”, haciendo que cada vez sean más los menores que consuman este tipo de productos no solo por la supuesta genialidad de estos, sino también por curiosidad.

A pesar de las restricciones que gobiernos locales y/o nacionales lleguen a establecer para con estos productos, personas menores de edad aún pueden acceder un sitio web, decir que son mayores de edad y comprar estos productos en línea.

¿Afectaciones ambientales?

En Estados Unidos, país en el que la venta y uso de este tipo de productos es legal, Kaiser Health News (KHN) dio a conocer a través del testimonio de Kristen Lewis los peligros para con el ambiente que traen consigo muchos de los desechos del vapeo. Se dio enfoque en la marca de cigarros electrónicos JUUL, de la cual decenas de cápsulas desechables han sido encontradas tiradas alrededor de escuelas y vecindarios. El vapeo en muchas ciudades ha creado un nuevo problema ambiental con respecto a cómo desechar los cigarrillos electrónicos y las cápsulas usadas.

Las cápsulas de este tipo de productos usualmente son desechables y están compuestas por pequeños cartuchos de plástico, mismos que contienen el líquido de nicotina. Estas cápsulas se ajustan a la base de los cigarrillos electrónicos para fumar. Dónde poner los cartuchos usados y dispositivos cargados de baterías después de su uso se está convirtiendo en un gran problema para los administradores de residuos y las autoridades escolares.

El problema ambiental que traen consigo este tipo de productos no solo está presente en Estados Unidos, sino que también tiene presencia en la mayoría de los países en los que estos se consumen, en mayor o menor escala. Al no tener una conciencia ambiental sobre estos productos, los residuos que estos dejan podrían afectar a terceros.

¿Este es el fin de los vapeadores en México?

El artículo 72 constitucional nos dice que todo proyecto de ley o decreto, cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las Cámaras, será discutido, teniendo en cuenta la Ley del Congreso y sus respectivos reglamentos, debates y votaciones. Con esto, se puede decir que posiblemente en un futuro, este decreto se pueda reformar, complementar o incluso eliminar para que los cigarrillos electrónicos queden completamente prohibidos en uso y venta, o puedan comercializarse y usarse con pocas o nulas restricciones.