El retrato autoritario de Bukele desde la visión de su exabogada

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Su suerte estaba echada: al perder las elecciones como candidata a diputada en El Salvador el 28 de febrero de 2021, la abogada y activista Bertha Deleón intuyó que sus días en el país Centroamericano estaban contados. Aunque ella se negaba, en su círculo más íntimo la voz era unísona: “Vos te tenés que ir, y te tenés que ir ya”.

En una entrevista con El País, Deleón hace una radiografía del antes y después de Nayib Bukele, el presidente “cool” de El Salvador. Un hombre en quien creyó y calificó de progresista. Lo representó, como abogada penalista, en dos procesos. Uno en 2016 y otro en 2019. Pero hubo dos puntos que quebraron la relación entre ellos.

El primero fue cuando Nayib Bukele asumió el gobierno en 2019. Y aunque la penalista aspiró a ser Ministra de Seguridad quedó fuera del gobierno. Sin embargo, la confianza duró hasta que en Twitter abiertamente criticó al nuevo mandatario salvadoreño: “Esto solo es una muestra de lo que nos espera cuando tenga la mayoría en la @AsambleaSV”, escribió Deleón en la red social reaccionando a una escena que le valió críticas de la comunidad internacional al presidente de El Salvador. En ella, aparece llegando a la Asamblea rodeado de militares.

La reacción de Bukele, a quien Deleón califica como inmaduro y visceral no se hizo esperar. Le envió un Whatsapp con la captura de pantalla del tuit, seguido de un mensaje que sentenciaba su futuro: ‘Ya me tiraste mierda en el Twitter, esto nunca te lo voy a perdonar’

Lo que vino después fue un infierno para la abogada. La seguían en motos, le intervinieron los teléfonos y hackearon su correo electrónico. “En cuestión de tres meses perdí el 80% de mis clientes”, dijo en entrevista para El País.

Luego, como candidata a diputada no dudó en tomar la bandera antibukele como parte medular de su campaña. En un spot publicado en redes sociales una semana antes de la votación, lo acusó de “haber llenado el Gobierno de amigos y familiares. También, le echó en cara casos de corrupción en su gobierno. Al final, llamó a los votantes a no permitir que un “un incapaz, un mentiroso y un manipulador acumule más poder”. Un discurso que parecería normal en cualquier democracia.

Pero para un “adolescente con poder”, como también lo llama Deleón, quien no acepta críticas, eso no era parte del juego electoral. Más bien, era ya un tema personal que caería en la venganza. Seis meses después de la derrota electoral, salía de El Salvador con su hija de 6 años. Huyendo. En agosto de 2021 aterrizó en California.

Hoy, vive en México, país que le concedió asilo y una residencia permanente donde trataré de rehacerse.

Con información de El País.