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La reciente revisión del Código de la Familia, impulsada por el Rey Mohammed VI, representa un momento crucial en el camino de Marruecos hacia una sociedad más justa, igualitaria y cohesionada. Esta iniciativa, enmarcada en una visión Real de desarrollo, tiene como objetivo consolidar la célula familiar como pilar fundamental de la sociedad marroquí, garantizando al mismo tiempo los derechos de la mujer, los niños y todos los miembros de la familia.
Desde la histórica reforma de 2004, que fue un hito en el mundo árabe e islámico en materia de derechos de las mujeres, Marruecos ha demostrado una vez más su capacidad para armonizar los principios del Islam con los valores universales de igualdad y justicia. La nueva versión del Código, conocida como Moudawana 2.0, refleja una respuesta concreta a los desafíos derivados de la evolución social, respetando las especificidades culturales y religiosas del Reino.
Una reforma con una visión holística
El liderazgo del Rey ha sido clave en este proceso, no solo por su compromiso con los valores de justicia y equidad, sino también por su enfoque inclusivo y participativo. Esta reforma ha atravesado un riguroso proceso de consulta, escuchando a todas las partes implicadas: instituciones religiosas, expertos legales, representantes de la sociedad civil y responsables políticos.
El papel del Consejo Superior de Ulemas (los expertos en la religion en Marruecos) ha sido fundamental en este proceso, aportando interpretaciones modernas y constructivas del Fiqh islámico para garantizar que las disposiciones religiosas se alineen con el interés general (Maslaha) y las necesidades contemporáneas de la familia marroquí.
El empoderamiento de la mujer como prioridad Real
Bajo la dirección del Rey Mohammed VI, Marruecos ha hecho de la promoción de los derechos de la mujer una prioridad nacional. Esta nueva reforma refuerza los logros alcanzados en materia de igualdad de género y protección de los derechos de las mujeres dentro del núcleo familiar. Además, proporciona mecanismos legales más claros para evitar interpretaciones divergentes en el ámbito judicial, garantizando así una mayor seguridad jurídica y social.
La participación activa de las mujeres en la elaboración de estas reformas, a través del Ministerio de Solidaridad, Inserción Social y Familia, refleja el compromiso del Reino para otorgar a las mujeres un papel central en la construcción de una sociedad equilibrada y solidaria.
Transparencia y diálogo con la sociedad
En su discurso, el Rey insistió en la necesidad de mantener una comunicación abierta y constante con la opinión pública sobre los objetivos y los ejes principales de esta reforma. Este enfoque transparente asegura que todos los ciudadanos, independientemente de su género o condición social, comprendan sus derechos y obligaciones dentro del marco del nuevo Código de la Familia.
Un modelo para la región y el mundo islámico
La reforma del Código de la Familia no solo representa un avance interno para Marruecos, sino que también refuerza su posición como modelo de modernidad y moderación en el mundo árabe e islámico. Al combinar los principios del Islam con los valores universales de derechos humanos, Marruecos demuestra que el progreso social y el respeto por las tradiciones religiosas pueden ir de la mano.
En conclusión, la revisión del Código de la Familia, liderada con sabiduría y visión por el Rey Mohammed VI, es mucho más que una reforma legal: es una declaración de principios y un compromiso con un Marruecos moderno, inclusivo y equitativo. Una vez más, el Reino se sitúa a la vanguardia de los esfuerzos por construir una sociedad donde cada individuo, y en particular cada mujer, pueda desarrollarse plenamente en un entorno de justicia, dignidad y respeto.